My First Real Love

18

Ámbar Smith

Podía entenderlo, era un secreto. Lleva dos semanas obviando decírmelo y de seguro porque Alina es una experta en manipulación. Sin embargo, me había equivocado. Estaban preparando una sorpresa y vaya que me sorprendieron. Mi corazón empezó a latir con mucha fuerza por la emoción de verlas a mis ambas hijas en el escenario.

Lloré en silencio mientras la música suena de fondo escuchando sus voces mezcladas y dando por finalizada la canción no lo pensé mucho por lo que me subí al escenario. Simón al parecer también tuvo ese mismo impulso que me siguió y terminamos los cuatro en medio de un abrazo grupal familiar, el gran problema es que hace mucho dejamos de serlo.

Para mí sorpresa, me encontré buscando en esos minutos los ojos de Simón para ver su emoción que ninguno de los dos se dio cuenta que nos estábamos acercando más de la cuenta hasta que Luna subió al escenario interrumpiendo lo que ella creyó que sería un beso. «Un beso, ¿de verdad podía creer que lo besaría cuando él tiene a alguien más en quien pensar? Y yo...» detuve mis pensamientos sin pensarlo cuando escuché un sonido sordo de una silla moviéndose y quien lo hacía era Matteo.

Me preocupe de inmediato. No quería que pensará cosas que no eran, ¿pero qué explicación podía darle? No me importó y salí detrás de él, tenía que detenerlo por lo que grité a todo pulmón con la respiración agitada su nombre, sentí recorrer un escalofríos que me dio miedo. Él se paralizó en su lugar, podía sentirlo a la distancia que se tenso. Tuve que yo acercarme a él para que no siguiera su camino.

No iba a darle ninguna explicación, él me las iba a dar a mí por lo que lo miré esperando una explicación de su parte por más estúpido que pareciese. Entonces, me di cuenta de un detalle muy importante: él está huyendo de mí. «¿Por qué? No lo sabía». Lo que sí sabía es que no se lo permitiría porque me interpuse en su camino impidiendo que diese un paso más.

—¿Qué quieres? —preguntó luego de un suspiro profundo en voz baja, eso hizo que mi escalofrío volviera.

«Hace mucho frío aquí afuera a pesar de estar en la estación de verano».

—Quiero saber por qué estás huyendo —respondí sin tener ni una certeza cuando también recordé ese momento—. Nunca vas a superar que Simón sea mejor, ¿no? —hablé tanteando cuál era su situación—. Ya no eres un adolescente, Matteo. Ustedes son...

—¿Por qué estas aquí y ahora? Sólo dirás que ya soy un adulto y que tengo que dejar atrás esa envidia al...

—No quiero eso —él me interrumpió y yo también lo interrumpí un tanto molesta por sus palabras sarcásticas—. Quiero saber la verdad del por qué saliste así del Roller.

—Tuviste tiempo de ver cómo salí del Roller en medio de ese casi beso y con tu familia reunida en medio del escenario —sonreí mostrando los dientes—. Oh, ¡qué gran privilegio! La gran Ámbar Smith se preocupa porque no quería ver su gran familia feliz.

—Eres un idiota —murmure entre dientes.

—Un idiota que está celoso de ti.

«¿Qué dijo?». Lo miré entre sorprendida y estupefacta. «Él no dijo lo que creo que dijo, ¿verdad?». Seguía esperando una respuesta cuando su mudismo se hizo presente.

—Ámbar, yo...

—¿Qué? —susurre lentamente con los ojos muy asombrados.

—Estoy confundido —confesó al final siendo directo.