My First Real Love

05

—Soy yo, Ethan —repitió Luna—. Soy la madre que dio la vida...

—Eso no fue lo que pedí que me dijeras —murmuró el joven muy molesto y no lo culpo.

—Hijo, por favor, no me odies pero no puedo decírtelo —negó ella a lo que él se alejó dejando una sensación extraña.

—Dijiste que a mi si me lo dirías... —intenté persuadirla.

—Lo siento —susurró con los ojos apagados, inyectados de lágrimas que pedían salir y ella las mantenía ocultas.

—Está bien —desistí. Me acerque a ella dándole un cálido abrazo para que supiera que podría contar conmigo—. Te va a hacer bien llorar.

—Gra... Gracias —habló a penas y me separé. Le sonríe débilmente, luego di la vuelta para ir al Roller—. ¡Espera! —gritó ella pero no me volteé y seguí mi camino.

Llegué, necesito encontrar a una persona rubia. Su comportamiento en el parque fue extraño y yo quiero una explicación. La encontré patinando, sabía que necesita relajarse. Sigue siendo esa chica que se refugia en los patines cuando algo no anda bien.

Ella parece que se siente observada porque me mira y de inmediato una sonrisa casi sin notar se ve en sus labios negros que se va borrando a medidas que patina hacia al barandal. No puedo descifrar su mirada.

—¿Qué sucedió en el parque? —le preguntó siendo directo.

—Estaba, quiero decir estoy un poquito triste —se corrige ella misma—. No sé como reaccionar ante algo que pasó hace ya dieciséis años.

—Ámbar, no entiendo nada —digo confundido sin entender que tiene que ver conmigo.

—Lunita, me dijo... Va, la escuche decir a Simón que no podría ocultar más lo que pasaba —comenzó a contar—. Habló de Ethan, de su padre, al principio creí que se trataba de vos pero luego dijo... —sus lágrimas vuelven a derramarse por sus mejillas—. Él le dijo a ella: “no podemos seguir mintiendo así” —recitó sus palabras con un nudo en la garganta y la verdad no la culpo, yo estoy igual.

—¿Vos crees que Simón es el papá de Ethan? —musite con los puños apretados.

—Se lo pregunte pero no quiso responderme —respondió limpiando sus lágrimas de manera brusca—. Él no podría haberme hecho eso y mucho menos con mi prima...

—Bueno, Luna nunca dejó de quererlo de una forma romántica a pensar de estar siempre conmigo —medite haciendo que las mejillas de mi amiga se tiñeran de un rojizo fuerte debido al dolor de mis palabras y sin pensarlo la abracé con todas mis fuerzas como si así fuera a protegerla—. Lo siento, eso fue muy doloroso —me disculpe en medio del abrazo.

—No más doloroso que chocar contra una pared —lloró apretando más el agarre.

Estuvimos así un largo rato hasta que sentí que poco a poco iba mejorando. Me fui separando de ella tan lento que parecía que todo a nuestro alrededor iba a una lentitud inexplicable cuando escuché aquella voz que por mucho tiempo sentí tanta bronca.

—¿Ámbar? —preguntó confundido buscando una explicación a que estemos juntos los dos.

—Si, ¿qué necesitas? —áspero molesta.

—Necesitamos hablar de lo que escuchaste... Por favor —pidió intentando agarrar sus manos pero ella se corrió.

—Yo voy a seguir patinando un rato más antes de que lleguen mis chicos —habló hacia él y antes de ir hasta el centro de la pista me dedicó una sonrisa.