Lee Felix, un alfa al que todos confunden como Omega por tener un carácter dulce.
Seo Changbin, un Omega al que confunden con un alfa por tener un carácter fuerte e imponente.
Ambos actúan diferente para poder encajar en la sociedad, ¿Cuánto tiempo...
A la mañana siguiente sus tíos habían venido de visita. El tío Kim Namjoon, era el hermano de su madre, un alfa muy respetado y adinerado, pues manejaba una empresa de ropa. Él fue uno de los primeros familiares de su madre en romper contacto con la mujer, porque él sabía que su hermana había hecho mal y decidió apoyar a su cuñado y sobrino.
-Pero miren al pequeño Seo-
-¡Tío!-
Se fundieron en un corto abrazo, el cual había sido interrumpido por el esposo y bebe de su tío. -Tranquilo Niki, él es su sobrino. No tienes por qué sentirte celoso-
-Tío Jin, te he extrañado mucho- Jin era el esposo de su tío, un hermoso omega con carácter dulce pero fuerte a la vez, ambos llevaban mucho años de casados y tenían un bebe de tres años, el cual se llamaba Niki y no solo eso, si no que estaban en espera de otro bebe. -¿Cómo estas con el embarazo?-
-Bien cariño, aunque es un poco difícil, porque tengo un bebe de tres años que no está quieto y le gusta correr por todos lados. Pero me alegra saber que podrán cuidar de él por una semana, me ayudarían a descansar un poco-
-Todo sea por tenerte sano tío- El chico tomo entre sus brazos al pequeño Niki y le dio un casto beso en una de sus mejillas regordetas. -Eres hermoso- Paso con mucho cuidado su mano sobre el vientre de su tío. -Y sé que tú también lo serás pequeña-
Sin más los adultos (incluyendo a su padre) se habían ido de la casa a beber un poco de Café. El pequeño Niki estaría viviendo con ellos por una semana, pues su tío quería descansar un poco, además no era bueno para su salud estar corriendo de lado a lado estando embarazado. Por ello los jóvenes Seo decidieron hacerse cargo del bebe, mientras él tomaba un suspiro.
(Changbin)
-Oye Changbin, ¿Por qué no llevamos al pequeño Niki al parque?-
-Claro-
Sin más le pusimos un poco de ropa cómoda a Niki, aunque fue un poco complicado al principio, pues no dejaba de mover sus regordetas piernas para que no le pusiéramos el pantalón. Hubo un momento gracioso en el cual él bebe había orinado sobre mi hermana. Yo le advertí a Suni que no jugara a las coquillas con él sin pantalones y menos tomando en cuenta de que había tomado un biberón completo una media hora antes.
En cuestión de una hora estábamos en camino a un pequeño parque que estaba cerca de la universidad, mi celo había terminado un día antes así que no teníamos problema con salir un rato, además el bebe no dejaba de llorar, talvez un poco de aire fresco relajaría al pequeño Niki.
Mala idea salir... explicare un poco lo que paso. Minutos antes el pequeño Niki, Suni y yo, estábamos jugando en la arena, haciendo uno u otro castillito de arena. Changbin y yo nos habíamos distraído uno o dos minutos como máximo en el teléfono y cuando regresamos la mirada hacia el pequeño, bueno Niki tenia las mejillas llenas de arena y comenzaba a arrugar su ceño, pues el sabor a arena no es nada agradable.
En segundo lugar. Estábamos en un juego del parque vigilando de manera cuidadosa al pequeño, estábamos muy tranquilos. Busque entre mi mochila mi teléfono para tomarle un foto y mandársela a mi Tío para que supiera que todo estaba bien con su bebe, cuando levante la mirada se estaba tirando de cabeza en la resbaladilla. Pegue un grito de los mil lobos, ese pequeño pudo haberse roto la cabeza.
Después fui a la tienda a comprar un poco de agua y cuando regrese vi a Suni tratando de salvar al pequeño Niki. El pequeño se había atorado en una casita de juguete, para ser exactos en una de las ventanas, el bebe era un poco más regordete que otros, por ello su pequeña barriguita no dejaba que saliera. Después de unos gritos y llantos por parte del bebe, logramos sacarlo de ahí.
Ahora nos encontrábamos en una pizzería. A Suni y a mi nos había dado un poco de hambre y el lugar no quedaba lejos, así que entramos. Senté al pequeño Niki en una sillita para bebes, le di un baso con un poco de jugo de manzana mientras mi hermana y yo comíamos la pizza.
-¿Estas seguro que el bebe puede tomar jugo?-
-Supongo que sí-
-Bueno hermanito, tengo algo que hablar contigo- Lo mire un poco confundido, sabia que era algo serio y por alguna razón tenía miedo. -¿Qué pasaría si mamá regresara a nuestras vidas? Es decir, tu no la odias como yo, pero ¿No te perturba la idea de que ella pueda regresar y arruinar nuestras vidas?-
-Si me preocupa, pero no por como reaccione cuando la vea- Limpie un poco le jugo que se le había derramado al pequeño sobre la ropa. -Ella sabe quien soy en realidad... sabe que soy un omega y puede decírselo a todos mis amigos. A eso le temo-
Ella tenía mucho poder sobre mí, sabia algo fundamental, conocía mi debilidad, mi verdadero ser y ella podría atacarme desde ese lado, porque sabia que no estaba feliz de que yo fuera "diferente". Aunque no supiéramos nada de ella desde hace muchos años atrás, yo sabía que seguía afuera, talvez buscándome y tratar de seguir forzándome a cambiar.
-Eso no pasara-
Después de un rato de platica, mi hermana atendió una llamada, no dijo de que se trataba, pero se levanto de la mesa y me dijo que fuera a casa, pues tenia un asunto urgente que atender.
-Niki, no hagas eso- El pequeño bebe comenzaba a patalear y gritar para que lo sacara de la sillita. -Bien tranquilo ya voy, ya voy- Lo saque con mucho cuidado y lo coloque en mi regazo, pero no era suficiente seguía muy alterado. En una de sus pataletas tiro mi vaso de refresco sobre mi ropa y no solo eso, si no que había manchado todo el piso.
-¡Papá! Papá-
-Si Niki no se como tu papá te soporta- Me levante y lo coloque en mi silla. -No te muevas- Fui con rapidez con una trabajadora y le pedí con mucha vergüenza un poco de ayuda para poder limpiar lo que había derramado él bebe de tres añitos.
No me distraje más de cinco minutos en ir a pedir ayuda y regresar a mi lugar. -¿Niki?- El bebe ya no estaba donde lo había dejado. -¡Niki!- Comencé a correr por todo el lugar, pero no había nadie, había unas cuantas parejas, pero ningún rastro del pequeño. -¡Niki!-
-¿El bebe era tuyo?- Un hombre de tes blanca y cabello castaño se acercó a mí, asentí frenéticamente, las lágrimas comenzaban a deslizarse por mis ojos, tenía miedo de que le hubiera pasado algo al bebe. Apenas llevaba un día con nosotros y ya lo habíamos perdido.
-S-Si. ¿Sabe donde esta? Lo deje aquí solo unos minutos-
-Lo vi salir hace un momento-
No espere otra cosa y salí corriendo del lugar. Al salir una gran cantidad de personas pasaban por la calle, eso me dejo un nudo en la garganta, cualquiera de ellos podía tener a Niki. Comencé a correr y a dar vueltas no muy lejos del lugar, mientras gritaba el nombre de Niki.
Nadie decía nada y yo comenzaba a desesperarme. Me maldecía internamente por perder al pequeño bebe. Mis tíos y mi padre me matarían si no regresaba a casa con el pequeño.
-¡Niki!-
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