ROMPIENDO LOS ESTEREOTIPOS

XIX

Felix se sorprendió al ver a alguien de edad mayor, él pensó que su Noona o su Hyung abrirían la puerta. Supuso que era el padre de los antes mencionado, debido a que el parecido en el rostro era inconfundible.

-Hola. ¿Podría ayudarte?-

-Si, estoy buscando a Suni Noona-

-Oh, mi hija. Claro, toma asiento en la sala y yo la llamare-

Felix agradeció y se adentro a la casa. Se concentro en los lindos sofás en los cuales tomo asiento, tenían un lindo color piel y los adornos color plata en las almohadas era precioso. Se fijo más en sus alrededor, las paredes blancas con los adornos color oro, eran preciosos. Se fijo en las fotos, aparecía su Hyung y su Noona. Las fotografías eran lindas, eran muy pequeños en ese entonces, se veían muy felices, pero había una mujer al costado de las fotos, el cristal estaba roto y descuidado, la mujer tenia un gran parecido a...

-Felix. ¡¿Acaso no te quedo clara mi advertencia?! Te dije que no quería verte cerca de mi hermanito y ahora vienes y te paras como un descarado en mi casa. No me importa que seas familiar de uno de mis grandes amigos. Estoy dispuesta a pasar sobre tu cadáver Lee Felix-

-N-Noona...-

-¡Cállate y lárgate Felix!-

-¡Suni! ¿Qué te pasa? No trates así a tu invitado-

El señor Seo se asustó al ver como estaba reaccionando su hija. Suni jamás había reaccionado de tal manera, a menos, que se tratara de cuidar a su hermanito, pero ese pecoso no estaba haciendo nada malo, tenia buen aspecto y se veía un omega de buen corazón, aunque sospechaba un poco de él, porque al tener un hijo que quiere ocultar su verdadero ser, su olfato se ha hecho sensible y reconoce aquellas lociones como la palma de su pata.

-No quiero advertirte por segunda vez, Felix- Suni se alejó echando humo, mientras que Felix estaba procesando lo que acababa de pasar. Su Noona siempre lo había tratado con amor, lo había protegido y defendido de otros alfas, ¿Qué mierda estaba ocurriendo?

El señor Seo siguió observando al chico, se veían muy tierno, pero al ver sus ojos se dio cuenta que era un alfa puro igual que él. Aquellos ojos profundos con destellos pequeños como si mirara el cielo en una noche estrellada. Era puro, pero, ¿Por qué usaba las lociones para ocultar su aroma?

Felix dejo de pensar en ello cuando un olor a menta dulce se apodero de su nariz. Era un aroma muy delicioso, uno que jamás había percibido, era extraño. Su lobo se puso atento, como si aquel extraño aroma fuera de agrado para su lobo, estaba inquieto y sus mejillas picaban, al igual que sus encías, sus colmillos amenazaban con salir.

-Lamento que hayas percibido aquello de mi hija, ella en realidad no es así, no sé qué le paso, estoy seguro de que esto puede tener una explicación, hablare con ella, lo más seguro es que tenga problemas en la escuela, mi hija no es así-

-Hyung Changbin, ¿Él está bien?-

-¿Mi hijo? Si, él esta bien, debe estar en su habitación, ¿Quieres pasar a verlo?- Felix tenia muchas dudas que resolver, tenía que entender porque había salido corriendo después de haberlo visitado aquella noche. -Sube, esta en el segundo piso, es la tercera puerta, tiene muchas señas de advertencia en la puerta, no creo que no puedas identificarla. Cuando termine de hablar con él, por favor dile que baje a comer, el almuerzo esta listo. Puedes quedarte con nosotros a comer si gustas- El señor Seo se retiro de la sala y nuevamente fue a la cocina, al parecer le gustaba mucho cocinar, al igual que a Felix.

Felix subió al segundo piso y no pude evitar reírse al ver que la puerta de aquel cuarto era como la describió su padre, típico de alfas, quieren dar miedo.