XI

378 34 1
                                    

Desde aquel incidente Felix evitaba al alfa en todo momento, él le daba miradas y sonrisas fugases, que hacían que el corazón del pequeño australiano latiera con mucha rapidez y, en más de una ocasión, aquellos gestos hacían que sus mejillas tornaran un hermoso color carmesí haciendo que sus pequeñas pecas fueran más notables.

Cada que el pequeño lo veía, se iba corriendo o se escondía en alguno de los salones, una vez termino encerrado en el área de los trabajadores, ya que él chico salía de entrenar y venia con todos sus amigos.

¿Pero porque se escondía? Bueno... después de aquel beso, la cabecita de Felix empezó a imaginar y a soñar que los labios que estuvieron en su mejilla, ahora estarían en sus labios, formando un lindo y tierno beso, pero claro esto fue de disgusto para el omega, porque eso jamás pasaría, no podía estar imaginándose esas cosas con su amigo y menos tomando en cuenta que es uno de los alfas más dominantes de la escuela.

Felix había estado escondiéndose del alfa durante todo el día como era su costumbre, estaba en los casilleros sacando unos libros con ayuda de Jeongin, pero parecía alguien paranoico revisando a todos lados para ver si venía el chico que alteraba su corazón.

-¿Qué clase tienes ahora?-

-Cuerpo humano- Respondió el pecoso adentrando un poco más su cabeza para ver lo que había en el fondo del casillero.

-Jeongin, bebe-

Felix rodo levemente los ojos, desde que Jeongin comenzó a salir con el tal Hyunjin, había soportado escenas empalagosas y para nada agradables, pero su amigo era feliz y sus ojitos se hacían más chiquitos cuando sonreía, por ello aguantaba ese infierno.

-Hola Hyunjin Hyung, Suni Noona y Changbin Hyung-

Felix al escuchar el  ultimo nombre, pego un brinco golpeando su cabeza con el borde del casillero, soltó una leve queja, valla que no podía parar de hacer el ridículo delante del alfa. Toda la semana evitándolo y en un descuido de pocos minutos, ya la tenia a su lado preguntándole si estaba bien después de aquel golpe.

Al ver que Felix estaba bien se limito a asentir y revisar su casillero, que por casualidad estaba a uno más que el del rubio. Felix no podía sentirse aun más nervioso y más cuando sus ojos lo traicionaban y no dejaban de mirar los labios carnosos y rojizos del chico.

-¡Felix!- Jeongin lo había estado llamando pero el chico estaba perdido en su mundo. Logro captar su atención con aquel grito.

-¿Q-Qué paso? ¿Por qué me gritas?-

-Porque... Ah olvídalo- Jeongin tomo la mano del más alto. -Hyunjin me llevara a mi salón, nos vemos luego Hyung-

Felix maldijo por lo bajo a Jeongin, ¿Cómo se le ocurre dejarlo en un pasillo solo con los hermanos Seo, a menos de un metro de él? Siquiera sabia donde quedaba su salón, no había terminado de conocer toda la escuela. Felix volvió a lo que hacia antes, tratar de averiguar lo que había al fondo de su casillero.

Escucho como el chico cerraba su casillero y a él le temblaron las piernas, podía caerse en cualquier momento. Unos pasos se escucharon a lo lejos y el suspiro tranquilo, su corazón había dejado de bombear tan rápido. Dejo de buscar lo que sea que buscaba y saco su cabeza del casillero, encontrándose con un rostro a poco centímetros del suyo.

Dio un grito que atrajo muchas miradas. -¿Q-Qué p-paso?-

-Tranquilo Lixie, solo quería decirte que ya me voy a mi salón, que cuides a mi pequeño bebe- Suni tomo los cachetes de su hermanito, el menor no tardo en refunfuñar.

-Déjame Noona-

-Nos vemos luego chicos-

Suni se alejo dejando un silencio bastante incomodo entre ambos chicos, un silencio y una tención que podía palparse.

ROMPIENDO LOS ESTEREOTIPOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora