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you're too good to be true ✧ ׄ 𑂴
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La sensación de labios besando su hombro y subiendo por su cuello lo despierta.
Sunwoo tenía su cuerpo pegado al suyo, sin dejarlo ir a ninguna parte, con su brazo enrollado alrededor de su cintura.
―Buenos días...―él inhala el aroma de su amante, sus dedos tomando la sensación de su piel.―Nunca te has quedado a dormir antes.
Toma nota de la capa de provocación que se reproduce en su voz.
Las sábanas de su cama eran suaves, descansaban perfectamente sobre sus cuerpos enredados. Incluso su cama. Fue la cosa más cómoda. Podría haberse acostado allí para siempre si se lo hubiera permitido.
―Bueno, algunas cosas cambian, Kim Sunwoo.―respondió el joven.
Con una ventaja, sus dedos se cierran con más fuerza alrededor de su cintura y lo jala hacia su cuerpo casi derribándose encima de él. Aunque fué apenas, lo hizo reír de todos modos.
―¿Entonces eres mío ahora?― Dice con total naturalidad. ―Voy a suponer que sí. Después de lo que pasó anoche, es lo mínimo que eres.
El brazo de Sunwoo se afloja y le permite dar la vuelta. Cuando lo hace, se encuentra con un profundo par de ojos marrones que parecen haber experimentado alegría por primera vez. Oh, cuánto quiere ahogarse en eso.
―Lo soy ahora, ¿no?― Los ojos del chico se mueven de un lado a otro entre los suyos. Tomando esa alegría. Estando agradecido de que sea por él.
En un susurro aún más bajo de lo que ha escuchado antes, Sunwoo agrega. ―Quédate... Quédate más a menudo. Quiero decir.
Eligió sus palabras con cuidado, temiendo que se asustara. Pero hizo cualquier cosa menos eso. Una sonrisa descarada se deslizó en su expresión
―Oh, mi- ¿Kim Sunwoo le está pidiendo a un chico que se quede a dormir?―Enrosca su brazo alrededor de su cuello, entrecerrando los ojos.
―¿Solo si ese chico eres tú?―Instantáneamente su estrabismo se abre y su mandíbula se afloja. Una sensación borrosa se arrastra por su cuerpo. En cuestión de segundos parece entrar en pánico. ―Por favor, di algo antes de que me arrepienta de cada decisión que he tomado en mi vida.
El contrario se ríe de la inquietud en sus palabras. ―Por supuesto, un millón de veces sí.
A paso lento, se mueve hacia arriba hasta que descansa sus rodillas a cada lado de las caderas del moreno, inclinándose hasta que sus labios tocan los suyos en un beso suave y profundo.
El joven se separa, y exhala con una sonrisa ya dibujada en su rostro. ―Y feliz cumpleaños.
―Uhg, el mejor cumpleaños, sin duda.― Sunwoo deja posar sus manos en las caderas desnudas de su amante, sonriendo de forma descarada.―Estoy felíz de que seas mi primer regalo del día.
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