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inspired by haikyuu.
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Sunwoo conoce a Hyunjae por primera vez cuando tienen dieciocho años y están en diferentes lados de la red. Le habían llegado susurros de él antes, de este chico nuevo que ya se estaba haciendo bastante conocido, incluso había visto grabaciones de él jugando, pero nada lo había preparado realmente para encontrarse con él cara a cara en la cancha.
Lee Hyunjae era hermoso.
Era, probablemente, el chico más hermoso que Sunwoo jamás había visto en sus dieciocho años de vida en la tierra, y eso que se mira en el espejo todos los días.
Varias veces, pero ese no era el punto aquí.
Lee Hyunjae era hermoso, incluso con esa mirada estoica en su rostro. El rostro pálido, los ojos oscuros, los pómulos y el cabello castaño claro que enmarcaba su rostro y lo hacían parecer una especie de dios griego.
Lee Hyunjae era realmente impresionante.
Lee Hyunjae también era un idiota.
Sunwoo aprieta los dientes cuando la pelota rebota en su muñeca, pero su golpe no es lo suficientemente fuerte. Solo podía mirar mientras el líbero de su equipo perseguía el balón en vano. Y cuando cae la pelota, él mira a Hyunjae, quien casi parecía satisfecho, un costado de su labio se curva hacia arriba, y se aleja sin mirarlo. Los gritos y vítores del equipo contrario llenan la cancha, junto con los vítores de su escuela. En el lado de la cancha del moreno, estaba sombrío. Todos caminaron y se alinearon. No podía mirar las caras de su compañero de equipo. Se sintió decepcionado. Eran los mejores. Este fue su último año en la escuela secundaria. Se suponía que debían llevarse el trofeo a casa.
Él intenta sonreír cuando les entregan las medallas de plata. Sin embargo, la forma en que sus compañeros de equipo lo miraban le dijo lo suficiente de cómo estaba fallando en tratar de parecer agradable.
Se sentía como un fracaso. Él era un colocador. Era su trabajo asegurarse de que sus atacantes hicieran el mejor lanzamiento. Pero hoy enfrentaron más bloqueos que picos exitosos.
