Prólogo

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Kenma mira fijamente la pantalla de su teléfono al mensaje que recibió hace diez minutos.

Shouyo ☀️:

¡El entrenador dijo que iríamos a Tokyo para un partido de prácticas! ¡¿No es genial?! \ (•◡•) /

Por supuesto que era genial. El ritmo de su propio corazón acelerado podía decirlo por sí mismo, pero Kenma no sabía que responder, así que escribió lo que creía conveniente.

Kenma:

Genial.

Kenma cerró los ojos sabiendo que esa respuesta seguramente mostraba poca emoción, y si él era honesto consigo mismo no podría agregar más a ese mensaje, aunque deseará tanto hacerlo. Se giró sobre si mismo en su cómoda cama y miró al techo soltando un suspiro.

Estar enamorado apestaba.

Hace poco había descubierto que sentía algo más por su rival y amigo, Hinata Shouyo. Si no fuera por su mejor amigo que mencionó que miraba a Hinata como un nuevo videojuego con ojos brillantes, nunca habría considerado la posibilidad, pero eso explicaría la razón por la que siempre esperaba ansioso por ver nuevamente a Shouyo, también explicaría lo rápido que latía su corazón cuando Shouyo le sonreía y se acercaba demasiado a su espacio personal.

A Kenma no le gustaba la gente que se acercaba demasiado o que era demasiado ruidosa, pero Shouyo era tan distinto, a veces se sorprendía de lo cerca que se encontraba de él cuando se sentaban juntos en los descansos de las prácticas. Kuroo, su mejor amigo, mencionó que no hacía eso ni con sus compañeros de equipo y que pensaba que él como mejor amigo era la excepción.

Su teléfono vibró nuevamente, sacándolo de sus pensamientos.

Shouyo ☀️:

¡Será divertido! ¡Ya quiero verte y mostrarte lo mucho que he mejorado ᕙ('▽´)ᕗ

Kenma podía sentir sus latidos que habían vuelto a un ritmo normal volverse a acelerar. ¿Cómo era posible que la realización de su flechazo a Shouyo haya hecho que sea más consciente? Shouyo no estaba diciéndole que venía a verlo porque quería verlo a él. Shouyo quería mostrar lo que ha aprendido en estos días y enseñarle sus habilidades en el voleibol, y aunque lo sabía, su corazón saltaba con alegría por dos simples palabras.

Esto apestaba.

¤¤¤

"¿Por qué no te confiesas?"

Kenma miró a su mejor amigo como si acabará de perder la cabeza, y eso pareció divertir a Kuroo.

"Vamos, no creo que el pequeño Hinata vaya a pisotear tus sentimientos" Kuroo miró en dirección en donde Shouyo estaba practicando sus remates con su colocador. "No se ve del tipo que te haría sentir avergonzado de tus sentimientos"

Kenma miró a Shouyo pidiendo otra colocación y saltando tan alto como podía mientras remataba, siendo exitoso su remate sonreía y Kenma sentía como su estómago revoloteaba de felicidad.

"No lo haré" afirmó Kenma, volviendo su mirada a Kuroo con el seño fruncido "Esto es algo momentáneo, tiendo aburrirme con facilidad, pasará lo mismo con él y sin que él se entere, todo volverá a la normalidad"

Kuroo lo miró incrédulo.

"Kenma, estoy a unos meses de graduarme, y tu pasaras a tercer año, han pasado casi 8 meses con tu 'flechazo' ¿hablas en serio?" Kuroo negó con la cabeza "No creo que tu aburrimiento por las cosas aplique lo mismo para las personas, al menos no con Hinata" Kuroo dirige su mirada a la persona que está ingresando al gimnasio "Deberías intentarlo al menos y no arrepentirte de lo que pudiste haber hecho"

Tsukishima Kei apenas conecta la mirada con Kuroo antes de dirigirse con su propio equipo.

"Quizás tengas la suerte de que corresponda tus sentimientos" dijo Kuroo sonriendo amargamente en dirección a Tsukishima "Ya sabes, los cuervos, siempre nos sorprenden con algo nuevo" finalizó poniéndose de pie yendo directamente a por el rubio. Probablemente a irritarlo como usualmente hace

Kenma los miró y ciertamente no sabe si sentir envidia de ambos, según su mejor amigo había algo entre ellos apenas reciente aunque nada oficial, pero Kuroo le aseguró que iba a intentarlo hasta que el rubio lo rechace formalmente, de esa manera no se llevará ningún arrepentimiento de sus dias de secundaria. Ellos no parecían tener nada en común, aún así nunca había visto a Kuroo tan perseverante, además del voleibol.

"¡Kenma!"

Sorprendido se giró a ver al radiante sol que solo provocaba estragos en su corazón. Shouyo se acercaba con una confianza y calidez hacia él.

"¿Puedo sentarme un momento contigo?" Kenma asintió suavemente y con tranquilidad, a pesar de sentir algo en su estómago revoloteando.

Shouyo se sentó cerca y tomó agua de su botella de agua, por supuesto, Kenma bebió de la imagen que le estaba dando Shouyo gratuitamente y ahora él mismo se sentía con sed.

"¿Terminaste de practicar tus remates?" Dijo en cambio Kenma apartando la mirada.

"Kageyama fue al baño, y esperaré a que vuelva para retomarlo"

"Esa mounstrosa resistencia es increíble" dijo como siempre cada vez que Shouyo le decía que quería practicar más.

"¡Por supuesto! Tengo que tener esta resistencia para que sigas interesado en mí" Shouyo le sonrió como si ese comentario fuera inofensivo, pero claramente el rubor en las mejillas de Kenma mostraban que no lo era para el joven de cabello rubio.

"Oh, Kageyama regresó, ¿supongo que irás a cambiarte?" Kenma solamente asintió sin mirarlo. "¡Está bien! Te veo en la cena"

Kenma lo vió irse y este pequeño intercambio que probablemente no significaba nada para Shouyo, más que una conversación, le dio el empujón a Kenma de decidir que podría intentar confesarse.

Confesar sus sentimientos a Hinata Shouyo.

¿Pero, cómo?

Confesarse también apestaba.

Maneras De Confesarte || KENHINA || COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora