Han pasado varias semanas desde aquella fiesta. Misuk siempre ha sido popular entre los chicos, y como no. Es una chica no muy bajita, de ojos grandes, lindo cuerpo el cual aun se encuentra en desarrollo. Además, tiene una hermosa sonrisa la cual es capaz de cautivar a cualquier chico desde el primer momento. Sin embargo, para ella el amor no es un sentimiento que se deba tomar enserio. A pesar de su corta edad, ha recibido muchas declaraciones, las cuales ha rechazado. A sus ojos solo hay un chico perfecto, solo hay un chico que puede cautivar su corazón.
— Dime que ya viste a Sunghoon —dice agitada su mejor amiga Yeri—
—Claro que sí. Te recuerdo que venimos juntos a la escuela. —respondió Misuk mirando a su amiga sin emoción alguna—
—Hey Misuk, que pasa contigo, ¿acaso no te emociona venir con el chico que te gusta a la escuela? ¿Sabes lo que darían otras chicas por estar en tu lugar?
— Lo sé Yeri, no tienes que repetírmelo —respondió mirando a la chica con impaciencia— Es solo que...
—Es solo que...—repitió Yeri esperando una respuesta—
—Siento que el hace todo esto por mí, obligado. Ya sabes, yo nunca le he gustado a Sunghoon.
—¿Y tu como estas tan segura de eso? Suksuk, te conozco hace mucho, al igual que a Sunghoon. Sé lo sinceros que son ustedes dos y es por eso que estoy segura de que el no aparentaría algo —dice acariciando el cabello de su mejor amiga— ¿de acuerdo?
—No sé qué haría sin ti —respondió Misuk casi en susurro mientras apoyaba su cabeza sobre su escritorio, ya que aun no iniciaba la clase—
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Narra Misuk.
Y ahí estaba yo, nuevamente en la misma rutina de todos los años. Sino no saben a que me refiero, les explicaré. Sunghoon, Yeri y yo, hemos sido mejores amigos por más de ocho años, así que desde que estudiamos juntos, intentamos no separarnos. Sunghoon está dos años por encima de nosotras, lo que significa que no vamos en el mismo grado. Así que durante los recreos aprovechamos para encontrarnos, aunque casi siempre, somos Yeri y yo viendo a Sunghoon jugar futbol en los descansos. Ese es el caso de hoy.
Estamos sentadas en primera fila viendo a los chicos de último grado vs los de penúltimo grado. No puedo asegurarles si están jugando bien o no. De todas formas, solo vengo por ver a mi mejor amigo jugar.
—Oye maniática, deja de mirarlo así ¿quieres? —me dijo Yeri de manera agresiva—
— Hey cálmate, déjame ser feliz.
— Hey Misuk —escuche una voz masculina que claramente reconocía—
— My ice Prince —dije sonriendo al ver a mi mejor amigo acercarse a nosotras. Al escucharme llamarle por su apodo, no dudo en devolverme la sonrisa, dándome la mejor imagen del día—
— Quería comentarte algo, crees que podemos hablar por un momento —no paraba de morder sus labios. Sin duda estaba nervioso
— Ehh, si claro. Ya vuelvo —advertí a mi mejor amiga —
— Si si, déjenme sola, como siempre —modo Yeri Dramática: ON—
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Al escuchar lo que Sunghoon tenia para decirme, quede congelada. No me salían las palabras. Y mi mirada se veía completamente apagada. Claro, sin contar que la sonrisa que traía hace unos minutos, había desaparecido.
—Misuk...-dijo el al verme en shock- ¿estás bien?
—¿Q-qué?... Emm, podrías repetir lo que dijiste, es que no logre escucharte.
— ¿Podrías ayudarme con Karina? Hace mucho que me gusta, pero no sé cómo acercarme a ella. Pensé que al tu ser mi mejor amiga podrías darme algún consejo —paso la mano por su cuello—
En ese momento algo en mi se rompió. Claro, mi corazón. Era algo duro escuchar aquella confesión de mi mejor amigo, el chico que me gustaba. Pero mas duro para mi, era tener que actuar como si no doliera. Y para colmo de males, él quería que yo le ayudara. De verdad, estaba a punto del colapso.
— Eh, claro, como no. Pronto habrá una fiesta en su casa, le diré que iras conmigo —respondí a su petición intentando sonreír—
— Eres la mejor, sabía que me ayudarías. —de inmediato me envolvió en sus brazos, para brindarme un lindo y sincero agradecimiento— Gracias por esto Suksuk.
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Me encontraba perdida en mis pensamientos. Aquella conversación me había dejado sin ánimos, sin ganas de seguir en la escuela por el resto del día. ¿Saben lo mucho que me costaría ayudarle al niño que me gusta desde hace un tiempo, a conquistar a una de mis amigas?
Suspirar y suspirar. Era lo único que podía hacer mientras vagaba por las escaleras con dirección a una biblioteca abandonada. Hace muchos años dejo de usarse, así que se supone que esta prohibido su ingreso a ella, pero como ya les había dicho antes, lo prohibido me llama la atención.
Estaba en una de las antiguas sillas de la biblioteca, sola. Sin ánimos. Pensando que en que hacer. Hasta que una voz, me hizo salir de mis pensamientos de repente.
— Quien lo creería. No pensé encontrarte aquí, Park. —aquel chico caminaba detrás de la estantería que se encontraba en la entrada, obstruyendo el paso. Por lo tanto, aun no lograba ver su rostro. Sin embargo, creí haber reconocido su voz—
El aparecía cada vez que necesitaba hablar con alguien. ¿Qué curioso? ¿No?
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Hola~ Espero que les haya gustado. Que difícil es cuando te gusta alguien y más si es un amigo. Que opinan ustedes ¿Que harían si estuvieran en esta situación? Déjenme saberlo.
