Yᴏᴜ'ʟʟ ᴀʟᴡᴀʏs ʙᴇ ᴜ - 𝙔𝙖𝙣𝙜 𝙅𝙪𝙣𝙜𝙬𝙤𝙣

❥ OO8

Mi corazón estaba destrozado. Aunque frente a él, intente hacer como si realmente no me importara, mi corazón estaba hecho pedazos. Es increíble como en tan solo unos minutos, nuestra amistad de años, se desvaneció. Era realmente doloroso.

— ¿Estas bien? — Apareció Jungwon a mi lado.
— Yo... Acabo de... —respondí al borde del llanto.

— Esta bien, no tienes que repetirlo —dijo para finalmente abrazarme.

Haciendo que finalmente mis lagrimas empezarán a caer.

— Puedes contar conmigo para todo. Lo sabes —Agregó el que, para entonces, estaba pelinegro.

— No sé cómo tuve el coraje para decirle eso —agregué.

— Muchas veces, durante la discusión decimos cosas a la ligera. Eso es porque nos dejamos llevar por las emociones —respondió Jungwon—. Se que estos días serán duros para ti. ¿Quieras acompañarme a la casa de mi abuela? —propuso sorprendiéndome.

— ¿Durante las vacaciones?

— Exacto. Ya sabes, para que puedas despejar tu mente un poco.

— Claro, me encantaría. Te lo agradezco Jungwon.

— No hay de qué.

— La chica que sea tu novia, será muy afortunada. Eres muy atento, de verdad — dije sonriendo, haciendo que el soltara una leve carcajada.

— A poco quieres ser la afortunada —sonrió coqueto.

—Ya! Jungwon, cállate.

— Es mejor que volvamos a tu casa. Debes descansar.

(...)

Durante las siguientes semanas, mi vida se fue normalizando. Yeri y yo, nos habíamos alejado por completo de Sunghoon. Ahora, Jungwon, se había unido a nuestro mini grupo. Todo iba de maravilla. Él siempre tenía tiempo para nosotras, no se cansaba de nuestras estupideces y eso nos hacia sentir seguras a su lado, sobre todo a mí.

— Hey, par de hormonales  —nos gritó Yeri.

— Qué es solo broma —respondió Jungwon.

— Acaso no se cansan de bromear así?

— Por favor Yeri, es solo un juego, no iba enserio —respondí divertida. Jungwon y yo solíamos coquetear frente a ella para ponerla incomoda. Pero lo hacemos en broma, no iba nada enserio.

— Y que tal si terminan enamorados, por andar con ese tipo de bromas —advirtió la mayor.

— Noona, tranquila, solo somos amigos —concluyó Jungwon.

— Se los estoy advirtiendo, luego no vengan a llorarme, que porque se enamoraron.

— Bueno ya. Porque no hablamos mejor de que llevaremos a el viaje —dije cambiando de tema. Dentro de poco nos iríamos de vacaciones a la casa de la abuela Yang.

— Ya saben, algo no muy elaborado. Serán unas vacaciones para descansar. No haremos nada extremo, ni iremos a la playa —expuso Jungwon.

— De acuerdo entonces, hare maletas. ¿Nos vemos mañana temprano?
—preguntó Yeri.

— Si, mañana a las nueve en mi casa
—respondí.

(...)

Cuando nos encontrábamos saliendo de la escuela, una chica que claramente conocía, me abordó.

— Misuk ¿Cómo has estado? Tiempo sin verte.

— Karina, yo he estado muy bien. ¿Tú qué tal? ¿Cómo va tu relación? —me atreví a preguntar.