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- ¿Chicos ya han pensado que estudiar cuando se gradúen de la escuela? -preguntó la pelimorada, Karina.
- Si, yo salgo este año, Jungwon el siguiente. -respondió Sunghoon- Quería entrenar al cien porciento, patinaje artístico.
Me sorprendí de inmediato -Es cierto, siempre te ha gustado. Tienes futuro en eso. ¿Y tú honey?
- Bueno yo... -aclaró su garganta algo nerviso- Soy bueno en Taekwondo. Hay buenas academias, podría entrar en una para luego practicarlo profesionalmente.
- Woah, son todos unos deportistas, eso es genial.
- Oye Jungwon, he escuchado que uno de los mejores maestros de Taekwondo, que es Coreano, tiene una gran academia en Estados Unidos. -propuso Sunghoon.
Jungwon se palideció un poco, pero se recuperó en segundos -He escuchado, pero pues, está muy lejos.
- Lo está -concluyó Karina.
(...)
- Honey ¿Quieres que te acompañe a casa? -propuso Jungwon.
- Hace unas horas escuché a mis papás pelear por llamada, supongo que las cosas no están bien en casa, asi que no quiero que tengas que ver una escena de esas.
- Que cosas dices Misuk. Estoy para apoyarte, es mejor si te acompaño.
- ¿Estás seguro?
- Claro que lo estoy. Vamos.
Había algo que le estaba ocultando a Jungwon y era la historia de mi familia. Todos los socios de mis padres, nos veían como una familia ejemplar, digna de imitar. Pero claramente no era así.
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Narradora.
- ¿Por que carajos me haces esto Hosuk?
- Por la misma razón que tú lo hiciste.
Ambos jóvenes se encontraban fuera de la casa de la menor. Hasta unos cuantos metros de la salida, se lograba escuchar la dura pelea que estaba teniendo la pareja; los padres de Misuk.
