Siempre he vivido llena de restricciones. ¿Acaso saben lo aburrido y estresante que es? Y está claro que entre más te prohiban las cosas, más ganas tendrás de hacerlo. Amo el peligro y todas las cosas que se le parezcan. Es por eso que amo desafiar a mis padres.
— Cariño ¿Estás lista? — gritó mi madre desde las escaleras —
— Ya casi —respondí mientras subía apresuradamente mi vestido -
Era el cumpleaños número 16 del hijo de los Yang, socios de mi padre. Así que por cordialidad, mi familia debía presentarse en su aburrida reunión. Entonces ahí estaba yo, corriendo como loca por mi habitación, cuál niña de 15 años que no sabía que hacer con su vida.
— Misuk, te estás demorando mucho. ¿Acaso no te da vergüenza con los Yang?. Vamos quince minutos tarde por tu culpa —dijo mi madre, quien se encontraba afuera de mi habitación tocando con desesperación—
—Ya, ya, cálmate, estaba buscando esto -dije mostrando el objeto—
—Oh no, claro que no. Ni se te ocurra llevar audífonos a la cena.
—Por dios mamá, ¿acaso crees que quiero estar dos horas de mi valiosa vida, escuchando como ustedes hablan de negocios?
Ella solo rodó sus ojos y se dispuso a bajar las escaleras. Ahí lo entendí nuevamente. A ella y a mi padre, no les importaba mi comportamiento.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Copas por doquier, hombres con traje, mujeres con vestidos lujosos y accesorios de diamantes, de eso estaba repleta aquella "reunión", que a mí parecer no era nada más que una fiesta de gente adinerada.
—Así que tú debes ser la bellísima Misuk. Mira nada más como has crecido —dijo la señora Yang mientras dejaba la copa en la mesa—
— Sra Yang, me alegra verla.
— ¿Ya conociste a Jungwon?
— ¿Jungwon? —dije incrédula—
— Si linda, mi hijo. —respondió sonriendo—
— Disculpe, no sabía que ese era su nombre.
— Tranquila, el error es mío por no presentarlos —dijo haciéndome reír levemente—
—Es un placer haberte visto. Ahora, debo seguir saludando —hice una pequeña reverencia mientras ella caminaba—
Durante mis 15 años de vida, siempre he tenido que aparentar estar cómoda durante este tipo de reuniones. Era complicado para mí ser el centro de atención para los estúpidos socios de mis padres. Además, era incómodo tener que escuchar como iban por ahí ofreciéndome, para acordar casarme con uno de sus ridículos hijos.
— Voy a salir —avisé a mi madre—.
— ¿Disculpa? Claro que no.
— Estoy aburrida, solo quiero un poco de aire.
— Ni se te ocurra Park Misuk.
— Si si, cómo digas — dije esperando que ella diera la espalda, para salir del lugar —
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aire fresco, era lo único que necesitaba. El viento frío chocaba contra mi rostro, podría jurar que estábamos varios grados bajo cero. Lo único que pensaba era en que pronto iniciarían las clases, nuevamente pasaría tiempo con mis amigos y sobretodo, pasaría tiempo con la persona que me gustaba.
— ¿Aburrida? —dijo alguien sacándome de mis pensamientos—
— ¿Disculpa?
— ¿Tan aburrida está mi fiesta? —dijo un chico que a mí parecer era bastante lindo y tierno, ojos oscuros que mantenía levemente cerrados, mejillas que por el frío se encontraban rojas y que se adornaban con lindos oyuelos—
— ¿Tú fiesta?
— Si, espera, debo presentarme.-dio la vuelta para quedar frente a mi y acercarse lentamente — Un gusto, soy Yang Jungwon —dijo sonriendo, marcando así, esos lindos oyuelos que habían llamado mi atención—
— Un gusto, soy Park Misuk.
—Lo sé. —respondió confiado— Vamos en la misma escuela, solo que voy un grado más arriba que tú.
— Ah.
— ¿Por qué saliste del lugar?, hace frío aquí afuera-preguntó con confianza—
— No soporto pasar tiempo en este tipo de reuniones, sin ofender.
— No me ofendes Park. Más bien, te entiendo. Yo tampoco las soporto.
— Pero es tu cumpleaños, ¿no deberías estar en la fiesta?
— Realmente no es mi cumpleaños, nunca he tenido uno. Siempre han sido fiestas que se convierten en reuniones de trabajo y oportunidades para nuevos negocios. —dice sin mirarme. El mantenía sus ojos en la hermosa Luna—
— Debe ser difícil. —dije mirándolo con atención—
— No es nada, ya me acostumbré.
— Si te sirve de algo, ten. —saque de mi pequeño bolso un paquete de Sticker, unos de mi serie favorita —Se que no es algo súper caro, pero, es mi regalo, para ti.
—¿Regalo? —preguntó el joven anonadado—
— Sigue siendo tu cumpleaños, ¿No es así? —el asintió— entonces supongo que puedo dártelo.
Tomé las manos de Jungwon y puse entre ellas el paquete lleno de stickers.
— Gracias —dijo mientras sonreía—
— No hay de que. Ahora cambia esa cara de amargura y diviértete un poco. A fin de cuentas, este es TU día, no dejes que nadie lo arruine. —terminé diciendo para finalmente volver a el lugar—
Por lo menos alguien me entendía, fue bueno saberlo.
-----------
Holaa~ Espero que les haya gustado este primer capítulo. Está es la primera historia que escribo, por lo tanto es muy probable que tenga algunos errores de ortografía, sorry. Si les ha gustado hasta el momento háganmelo saber. ¿Cómo creen que sea esta amistad que va a empezar?
