🎀 : 𝖲𝖾́𝗉𝗍𝗂𝗆𝗈 𝖣𝗂𝖺

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Jake amaba a SungHoon sobre todas las cosas. Su cuerpo, su sonrisa, sus sentimientos. Todo.

Jamás se imaginó que tan perfecto omega terminaría con un gruñón alfa que solo le prometía oscuridad cuando él prometía luz.

Sin embargo, fue lo contrario a lo pensado y terminó cayendo enamorado del bonito omega.

Tampoco pensó que tendría un bonito cachorro, JungWon, que se convirtió en luz para su vida. Ese pequeño cuerpo en sus brazos tan solo unas horas de nacer era lo que nunca creyó que pasaría. Más, sin embargo, era real. Como el pequeño se removía y soltaba unos pequeños quejidos.

─ Es nuestro cachorro, Jakey... ─ susurró su omega.

Sus facciones tan delicadas, sus labios rechonchos al igual que su omega y su sedoso y bonito cabello negro.

Era una copia exacta a su omega, era tan parecido a ellos dos.

Y siempre supo que jamás volvería a decirle NO a la vida.


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El pequeño JungWon se encontraba sentado en su cama mientras pensaba en cómo pedirle a su papá que lo llevase con su papá omega.

El pequeño últimamente no podía dormir y si lo hacía unos monstros lo aterraban. Solo necesitaba que SungHoon estuviera con él, necesitaba sus bonitos abrazos, su olor a leche y claro; comida.

Necesitaba la leche de su papá omega ya que era más rica que la que venden en los supermercados la cual era sintética en su mayoría de presentaciones.

Sus ojitos se aguadaron y sintió una gran tristeza al solo recordarlo. Salió de aquella cama y se dirigió a la habitación de su padre para así tomar una camisa de SungHoon.

Cuando entró a este, su padre se encontraba completamente dormido boca arriba y con la boca ligeramente abierta.

JungWon sonrió y se dirigió directamente al armario donde pudo ver una cantidad grande de ropa. Se dirigió directamente a la ropa color pastel; las preferidas de su papá omega. Él sabía que le gustaba usar ropas de colores vivos, mientras que su papá alfa le gustaba usar colores oscuros y elegantes, en sí, ropa negra.

La ropa estaba demasiado alta (enganchada) que JungWon no la podía alcanzar, así que optó por halarla y sacarla de los ganchos. Poco a poco fue sacándola hasta que algo más cayó y no era la ropa.

Un libro.

El pequeño niño dejó la camisa y tomó el libro en el suelo. No sabía qué era, había garabatos extraños en la pasta y su color era azul pastel.

Quitó el lazo que protegía el contenido y lo abrió.

Se encontró de nuevo con letras extrañas y tuvo que seguir a la siguiente hoja. Ahora había cosas que jamás había visto.

Al parecer la primera hoja contenía una bonita foto de él y su papá, estaban como en una playa, se veían demasiado felices, se tomaban de la mano y sonreían.

Eso alegro el corazón de Won.

Siguió a la próxima página y ahí encontró una fotografía de su papá omega en lo que parecía una coreografía. Danzando. La foto era de tan alta calidad que se podían ver las facciones detalladamente del omega.

Ya a la tercera fotografía, se encontró con su papá omega sosteniendo un pequeño niño, de unos ¿cinco años? Entre sus brazos, mientras HeeSeung y Jay se encontraban junto a él.

¿Ese es el niño de dientes de conejo de la otra vez? ¡Wow! Se veía tan diferente.

Quinta hoja y aparecía su papá omega y alfa en lo que era un restaurante acompañado de tío Riki, Jay y HeeSeung. E igual SeonWoo junto a ellos. Todos sonriendo felizmente. Sintió una punzada de dolor al no verse ahí mismo, al parecer su papá omega prefería a SeonWoo...

En la sexta, se encontraba una pequeña nota que el chiquillo no pudo entender. Siguió y se encontró una foto muy rara, era negra en su mayoría con manchas azules dentro, formaban al parecer un pequeño cuerpo. Toda esa página y la siete se encontraban llenas de aquellas fotos raras, alrededor de nueve, donde se podían ver cómo aquella mancha azul crecía y crecía como una sandía.

Wow, ¿Por qué papá Hoonnie le tomaría fotos a una sandía?

Octava página y papá Hoonnie sólo salía mostrando una parte de su estómago, miró la secuencia de las fotografías y miró cómo su estómago crecía en cada una de ellas, en un punto medio a la cuarta fotografía, había una quinta que jamás se le olvidaría, su papá SungHoon ahora sosteniendo su gran ahora vientre mientras papá Jake lo abrazaba cariñosamente. Después de aquellas fotografías siguió la novena página y miró como ahora un pequeño niño yacía en los brazos del omega, era tan pequeño que podía ser confundido con un peluche.

Y JungWon sintió celos, de sí mismo.

El niño se veía tan frágil y veía cómo sus padres lo sostenían con gran detenimiento. Era una imagen muy tierna y al parecer la última.

Detrás de aquella se encontraba otra foto, en la cual se encontraban todos los amigos de papá. Todos festejando su cumpleaños número 1. Todos felices.

JungWon tenía dos años ahora, pero para sus padres siempre sería un pequeño niño de un año a edad universal.

El corazón de JungWon empezó a bombear fuertemente y se sintió reconfortado al saber que ese niño, no era más ni menos que él.

Así que JungWon siempre estuvo en la panza de papi, Wow.

𝗣𝗮𝗽𝗮́ 𝗦𝗵𝗶𝗺 ⟣ 𝗝𝗮𝗸𝗲𝗛𝗼𝗼𝗻 ⟢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora