¿Quien eres? (En Proceso)

Capitulo 3

- ¿!Que de que!? - grito sutilmente mi castaña amiga.

- shhhh - puse mi mano sobre su boca para que no fuera tan escandalosa. Todos nos miraban con rareza - Nos pueden escuchar ¿no lo ves? - Meredith se relajó un poco y luego fuimos al patio de las escuela para platicar mejor.

- ¿Como que un asesino? ¿April estás segura de lo que dices? Es que... No lo entiendo - Meredith jugaba con sus manos nerviosamente y miraba todo con temor.

- Creeme que yo tampoco Mer, pero no pienso quedarme con esa duda - al decir esto último mi amiga me miró con estupefacción.

- ¿Pero que cosas dices? ¿Que es lo que pretendes hacer? - inquirió preocupada.

- Lo que sea necesario, si tenemos un asesino en la escuela debe ser descubierto.

- ¿Y no has pensado que si, realmente nos enfrentamos a un asesino podría matarte si se entera?

- Seré cuidadosa, además aún no sé que haré, me ayudarás?

- Yo... No lo sé April - ella vaciló por un momento pero luego respondió con seguridad en su mirada - Bien cuenta conmigo.

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Sábado, día del escape.
Lugar: Casa de April.
Hora: 9:25 pm
¿Sus padres? Roncando como nunca.

Momento perfecto para saltar por la ventana.

Salí de mi casa, por suerte mucho antes de mi escape, me asegure de colocar una escalera obviamente con cuidado para que mis padres no se dieran cuenta de lo que planeaba hacer. Al final no había mucho que elegir para ponerme, como había mencionado antes, mi hermana si tenía algo de ropa en su habitación. Mi atuendo consistía en una blusa de tirantes dorado junto con unos jeans negros bien ajustados, de calzado opté por unas zapatillas a juego con la blusa. Planche un poco mi cabello para luego ponerme un ligero labial rosa.

Como era de que esperarse el taxista ya venía llegando, en cuanto se detuvo en frente de la casa me subí en el y este arranco. La casa de mi amiga es el menos llamativo en este lugar lleno de gente rica. Salí del auto tuve que disculparme con el conductor porque tire muy fuerte la puerta, no dijo nada pero podía ver la molestia en su cara. Arranco sin decir palabra alguna, saque mi teléfono del pequeño bolso de mano que decidí usar hoy, para enviarle un mensaje a Meredith con lo siguiente:

- Ya estoy aquí ¿que esperas la foto?

Al poco tiempo recibí su respuesta:

- ¿Nerviosa?

- No, pendeja ¿como crees? Me estoy escapando de mi casa en pleno castigo si mi mamá se llega a enterar, no quiero ni imaginar lo sea capaz de hacerme, pero no estoy súper tranquila amiga.

- Me encanta tu sarcasmo amiga...Ya, ya estoy lista.

Suspiré mientras caminaba de lado a lado con los nervios haciendo acto de presencia. Mi amiga se digno en salir por la ventana finalmente pero luego fijo su vista en dirección a la calle y luego me miró confundida.

Mierda... El taxi tenía que esperar para llevarnos al club. Me di una cachetada mental por la estupidez que cometí.

- ¡Es que el se fue! - me justifique.

- ¿Y no podías decirle que nos esperara? digo, al menos ¿se te cruzo por la mente?

- Je, je no...

- Ya.

- Tranquila allá viene uno - saque el brazo para llamar su atención y se detuvo enseguida.

- ¡Que bien! - mi amiga cambio su semblante a uno más felíz - ¿Puede llevarnos al Daydream club, ese que recién abrió y no está muy lejos de aquí?