Realmente necesitaba salir de ahí cuánto antes, mis latidos aún están acelerados, sin embargo me siento un poco más tranquila del lado de los casilleros que estando en ese salón con Dylan... ¿Porque? ¿Porque me siento de esta forma? Como si no tuviera el control de mis sentimientos y de mis propios actos, maldita sea ¿porque tuve que besarlo de esa forma? La verdad es que odio admitirlo pero me encantó ese besó pero a la vez tengo miedo de esto que estoy sintiendo... Y ese es otro problema ¿Que es lo que siento? ¿Me gusta? ¿O tan solo es una simple pero mortal atracción capaz de llevarme a mi propia perdición? Sinceramente no lo sé, inconscientemente lleve mi pulgar a mis labios mientras los rozaba y recordaba cada instante de ese beso. Maldito beso, maldito Dylan. Le di un fuerte golpe al casillero.
- Wow no quisiera ser ese casillero - hablaron a mis espaldas y me di la vuelta para encarar a la persona - ¿ A que se debe tanta irá? - Inquirío Edward conforme se acercaba más a mi.
- ¿Que puedo decir? - me encogí de hombres - No siempre estaremos de buen humor, también hay malos momentos.
- En eso tienes razón - Hice pausa y solo se quedó ahí mirándome como si pensará en lo que diría.
- ¿Ibas a decir algo? - me atreví a preguntar y enseguida una sonrisa se dibujo en su rostro.
- Ya que insistes... Me parece que me debes una salida preciosa.
- Ah... - Me límite a decir.
- Esa no era la reacción que esperaba. Te oyes decepcionada.
- No, no, no - Me apresuré a decir y me miró confundido - Es solo que... Agh olvídalo, salgamos si quieres.
- Genial. ¿Que tal el viernes? - mencionó mientras se acercaba un poco más a mi.
- Me parece perfecto - sonreí.
- Bien pasaré por ti a las seis - Correspondió mi sonrisa en una genuina de igual forma.
- ¿Cómo sabrás dónde vivo? - pregunté divertida.
- Buen punto - se rasco la nuca y luego saco su teléfono - ¿Me darías tu número? Digo así podemos comunicarnos e incluso puedes pasarme tu dirección.
- Me parece bien.
Luego de intercambiar nuestros números telefónicos. Me percate de qué alguien nos observaba, no estoy segura si solo fueron ideas mías... Pero al darme la vuelta ya no había nadie. Que extraño, pensé. Miré a todos lados nuevamente pero no había nadie más allí aparte de Edward y yo.
- Nos vemos preciosa - El timbre y la voz de Edward me sacaron de mis pensamientos y solo logré articular un "ok" mientras veía como se iba alejando cada vez más.
- Alguien está muy pensativa últimamente... - Comenta April al acercarse mi - Necesitas más besitos de Dylan - Bromeó y solo la fulmine con la mirada.
- Ja ja muy graciosa. Pero no, además ya nada de eso importa puesto que tendré una cita con Edward.
- ¿Queeee? ¿Hablas en serio? ¡Ay por dios ustedes dos se verían muy bien juntos! - mencionó mientras daba saltitos de emoción y aplaudía.
- Solo será una cita, tampoco es como si fuéramos a casarnos o algo así, además hace tiempo no salgo con un chico y la verdad me vendría bien.
- Asi empieza todo querida April...
Rodeé los ojos mientras que Meredith seguía aplaudiendo de la emoción. La tomé la de mano y técnicamente la arrastre conmigo hasta la cafetería para buscar algo de comer, ya que por supuesto mi estómago rugía por el hambre.
***
Ya en la cafetería almorzando. Meredith comenzó a hablarme de un chico que conoció de camino a casa, al parecer no va a nuestra misma escuela puesto que va a uno privado, porque su familia es muy adinerada. Ella seguía hablando de lo amable y lindo que era Stefan, si ese era su nombre, solo falta que su apellido sea Salvatore y para mí amiga ya sería aún más perfecto.
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¿Quien eres? (En Proceso)
Teen FictionImagina que todo sea completamente normal y tranquilo, hasta que un día llega un nuevo estudiante a tu instituto ¿Un chico malo? No, definitivamente sería demasiado cliché... ¿Un chico popular? Para nada ¿El chico bueno que se enamora de su mejor am...