Capitulo 1

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- ¡Es la tercera vez que llegan tarde señoritas! - exclamó muy molesta mi profesora de historia.

- Ay profe no sea malita, ya sabe lo que dicen ja ja, la tercera es la vencida - Sonreí para aligerar el ambiente, algo que al parecer no funcionó porque doña enojona seguía fulminandome con la mirada. Por otro lado mi mejor amiga parecía un cachorro asustado, solo nos miraba sin pronunciar palabra alguna.

Vaya ayuda...

- Llamaré a sus representantes para discutir sobre esto, quieran o no - dijo tal cual diría rasputia para luego dejarnos con la palabra en la boca.

- Bueno no salió tan mal eh - Me giré hacia Meredith incrédula.

- Pero claro, si estuviste todo el rato sin decir... ¡ABSOLUTAMENTE NADA!

- ¡Es que me da miedo! Has visto ese lunar que tiene en la cara? Juraría que esa cosa se mueve y todo.

- Es verdad - rei ante su comentario - hasta parece que tiene antenas y... ¡Oye no me cambies de tema Meredith!

- ¿Sabes que te quiero verdad?

- Si si, ajá yo también ahora entremos a clases miedosa.

- No soy miedosa...

- Si que lo eres.

- Que no...

- Si lo eres.

- No lo...

- ¡Cállense y entren de una vez! - El grito de la profesora con lunar viviente nos tomo por sorpresa y enseguida entramos al salón para sentarnos una al lado de la otra.

Las clases transcurrieron de lo más lento, no podía esperar a que terminara este gran sufrimiento para volver a casa cuánto antes y lanzarme a mi camita para ver series.

- ¿Le has dicho a tu mamá que te quedarás en mi casa este fin?

Termine de guardar mis cosas en el casillero que se encontraba en el amplio pasillo, la cerré y me voltee hacía la castaña.

- Lo olvide por completo, pero le enviaré un mensaje no creo que le moleste.

- Típico, siempre en la luna mi querida April, tanto que ni te diste cuenta de que aquel chico te esta mirando - Dijo mientras subía y bajaba las cejas y señalaba trás de mi.

Confundída me volteo para confirmar si lo que decía era verdad y efectivamente, había un chico parado a unos metros de distancia de nosotras, llevaba una sudadera verde de capucha que cubría parte de su desordenado pelo negro, llevaba puestos unos lentes de pasta. No recuerdo haberlo visto antes probablemente sea uno de los nuevos que entraron hace poco, el chico al darse cuenta de que lo miraba rompió el contacto visual como si nada, procedió a meter unos libros en su casillero y luego desapareció por el largo pasillo sin siquiera volver a mirar.

De pronto algo en el suelo llamo mi atención, mi amiga al darse cuenta de lo que miraba se giró hacía mi con espanto, nos acercamos al lugar donde hace poco se encontraba aquel chico, me acerque al objeto para tomarlo entre mis manos con curiosidad.

- Es una navaja. - confirmó Meredith.

- No me digas... Quieres no se ¿averiguarlo tu misma? - me miró mal.

Intenté abrirlo dándole al botón que estába a un lado, este se abrió mostrando un poco de sangre en la punta metálica.

Mi amiga y yo nos miramos con perplejidad.

- Eso es...

- Sangre, si - complete por ella.

- Pero... ¿Porque alguien tendría una navaja?

¿Quien eres? (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora