Con sólo una sonrisa (Pablo Gavi)

in my mind

Corrimos hasta la barra del recinto parta buscar a nuestras víctimas.

Empecé a sentirme un poco mareada y descompuesta, pero pensé que era por el alcohol que había tomado, que seguramente no me había sentado bien.

Me sentia con menos energia, pero me volví a centrar en la apuesta y observé que los dos chicos hablaban con dos chicas que parecian ser amigas.

Me acerqué y les dije al oido:

-Así pretendeis liaroslas?-

Me miraron extrañados y con una mueca, Pablo añadió con segundas intenciones:

-¿Como pretendes hacerlo tu, guapa?-

-Mira y aprende chaval- dije siguiéndole el ritmo.

Vi pasar a un chico aparentemente marroquí, que vestía polo y pantalones beiges, con ojos claros.

Me acerqué a él.

-Hey, ¿que tal?- sonreí.

Desvió su mirada a mis ojos verdes y añadió:

-No tan bien como tu, por supuesto-

Sorneí coquetamente y me lanzé a besarlo

-espero que no te importe- añadí antes de juntar sus labios carnosos con los míos.

Le besé, como si fuera el lio de mi vida, al ritmo de la música, sin pensar en que mis dos amigos se habían quedado atónitos mirándome.

Mi cabeza, sin yo quererlo se centró en él, en Pablo. Últimamente no me lo quitaba de la cabeza, todo el día pensaba en él.

No tenia esperanzas en lo nuestro, ya que Pablo se merecía algo mejor que yo, ya que a fin de cuentas él era un personaje público que tenia a muchísimas chicas guapas detrás y yo solamente era una tía del montón que seguramente solo veía como amiga.

Pero por remota que pareciera, veía una pequeña posibilidad en lo nuestro, aunque con el tiempo iba desvaneciéndose, teniendo a tantas detrás, ni de coña se iba a fijar en mí.

Volví a la realidad, el chico con el que me estaba liando estaba tocando mi cintura e iba bajando la mano por la cintura hasta llegar a la cadera. Miré el reloj que llevaba en la muñeca derecha, sin dejar de besarlo ni de tocar su pelo rizado. Habían pasado cinco minutos exactos, tenia que ir a por la próxima víctima.

Me separé de él y añadí:

-encantada, soy Chloe-

-Ahmed, encantado- sonrió antes de desvanecerse entre la multitud.

Me dirigí a mis amigos que seguían con las chicas.

-¿Ya os ha quedado claro?-

Desvié la vista y me fijé en una chica alta y rubia que estaba en la otra punta de la barra pidiendo unas bebidas. Llevaba una minifalda low rise, que resaltaba su cuerpo delgado y sin curvas.

Me acerqué a ella.

-Hola, soy Chloe- sonreí coquetamente.

-María. Encantada- dijo dándome dos besos en las mejillas.

-¿que haces por aqui?- pregunté antes de ver si podía lanzarme o no.

-Mi novia me ha engañado con uno y vengo a desahogarme un poco la verdad- añadió.

-Que putada- hablé-¿Vais a dejarlo?-

Asintió.

-No puedo estar con alguien que me ha puesto los cuernos, si le doy una oportunidad seguramente la vaya a desperdiciar y acabaré peor- dijo mirándome a los labios.