☆ Ramé ☆ (Tengen Uzui y tú)

🎴Capítulo. 12🎴

-Uzui- lo muevo un poco pero no despierta- Tengen- gruñe abrazadome más y suspiro- tengo una misión.

-Cinco minutos más- murmurra y trato de zafarme pero él comienza a acariciar mi muslo y cabeza- tu piel es tan suave, me encanta- susurra y besa mi cuello.

-Tengo que irme en uno minutos, déjame levantarme- gruñe negando.

Con la yema de sus dedos acaricia desde mi muslo hasta llegar a mis senos y pasar su mano ahí.

-Uzui, no es momento- digo suspirando y escucho como ríe levemente.

-Pero si tenemos ganas- besa nuevamente mi cuello y me estremezco.

Me toma por la cintura y jala de mi para quedar sobre él. Deja caricias en mi cintura con sus pulgares y sonríe coqueto.

-Que buen gusto tengo- se dice a sí mismo aunque lo logro escuchar.

Me inclino y besó sus labios. Coloco mis manos en sus mejillas y él en mi espalda.

Bajo lentamente hasta quedar entre sus piernas y bajo su ropa interior lenta y torturosamente.

☆ Uzui ☆

Más hermosa no se podía ver.

Siento como sus manos tocan mi miembro y alzo mi cabeza para soltar un suspiro.

Su mano se mueve sabiendo como hacía que llegara a las nubes.

-¡Cielos!- suleto sintiendo como ya estaba a punto de venirme.

Al llegar al clímax cerré mis ojos tratando de regular mi respiración. Al abrirlos me encuentro con los ojos de Azami y alzo mi mano para acariciar su mejilla y acercarla para poder besarla.

-Ya voy tarde- dice entre besos.

-No vayas- ella gruñe al sentir como mordí un poco su labio.

-No puedo- se aleja bruscamente de mi- cuando vuelva retomaremos esto, ¡te amo!.

-Yo igual te amo- susurro ya que se había ido antes de responderle.

☆ Azami ☆

Llego al pueblo donde se habían reportado casos de asesinato. No había personas alarmadas, todos estaban tranquilos y con la mente despejada.

Caminé por alguno lugares pero nada, todo parecía estar bajo control.

-¡Tz!, señorita - escucho a mis espaldas y volteo para ver a un joven de ojos color olivo.

Me acerco a él y este camina hacia un lugar sin personas.

-Viniste por las desapariciones- era más bien una afirmación que una pregunta- eres de la orden mata demonios- frunzo mi ceño, ¿de donde habrá salido este niño?- mi padre es cazador, desapareció hacen unos días y estoy preocupado, dijo que alguien iba a venir, que siempre enviaban a alguien.

Él comenzó a temblar y acaricié un poco su cabello.

-Las personas aquí tienen lavado el cerebro. Parecen no estar aquí- eso hace que mire nuestro al rededor inspeccionando- llevo tres días aquí y ya me quiero largar.

-No te preocupes, yo me encargaré de esto, tú mantente alejado de las personas- él asiente- gracias por la información, haré todo lo que pueda para encontrar a tu padre- antes de irme le entrego una daga- mantente con vida.

Salgo de allí utilizando la respiración de la tormenta. Y me aparto un poco del pueblo para adentrarme al bosque.

Había rastro de demonio, lo podía oler.

Se escuchó la melodía de un clarinete, era adormecedora. Mis dedos comenzaron a dormirse y mi cuerpo empezaba a tamabear.

Trato de no concentrarme en la melodía. Quizás esa era la razón de por qué los demás estaban en un tipo de trance.

Me concentro en esas extremidades que se habían adormecido y busco con la mirada al demonio. Ya estaba anocheciendo por lo tanto, en cualquier momento saldría de donde fuera que estuviera.

-Pero miren a quien tenemos aquí, una cazadora de demonios.