🎴 Capítulo. 44 🎴

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UZUI

—Ya estoy en casa amor— anuncio mientras cierro la puerta. Al no obtener una respuesta, me detengo en seco unos segundos para intentar escuchar los latidos de Azami y del bebé. Pero no escucho nada.

Inmediatamente corro hacia la habitación, pero al ingresar, no hay nadie.

Mi corazón comienza a palpitar rápidamente y el sentimiento de desesperación se instala dentro de mi.

—Mensaje para Pilar del sonido— anuncia el cuervo de Azami asomándose por el umbral de la ventana.

—En donde está mi esposa— interrogo alterado y preocupado. Por favor, que no haya venido como portador de malas noticias.

—Azami está reunida con los Patrones, pide que vayas a acompañarlos — informa e inconsciente suelto un suspiro lleno de alivio.

—Iré enseguida— respondo y cierro mis ojos haciendo respiraciones dejando pasar el mal momento.

Rápidamente me dirijo hacia la cede. Una vez llego, soy recibido por los cazadores y luego camino hacia la sala donde se encontraba mi esposa e hijo.

Antes de ingresar, escucho a Azami reír con alegría, y me es imposible no sonreír por la ternura y felicidad que me da escucharla así.

—Buenas noches, patrones — saludo educadamente ingresando a la sala.

—Saludos, Pilar del Sonido, tome asiento — habla con total tranquilidad el patrón y obedezco tomando lugar junto a mi esposa.

Instintivamente, tomo su mano y dejo un beso sobre su mejilla y luego sobre su nudillos.

—Lamento si llegamos a asustarte— se disculpa el Patrón y sonrío apenado— Deseábamos reunirnos con ustedes hace semanas, pero mi condición de salud no era la más óptima para aquel entonces— explica y mi mirada cambia a una preocupada— Me encuentro mejor, es por eso que aproveché para reunirnos. En parte, la vida se trata de disfrutar los pequeños momentos, no es así?.

—Estoy de acuerdo— afirmo mientras asiento.

—La Patrona me estaba contando que cuando dió a luz, el Patrón de tanta alegría, se desmayó— me comenta dulcemente mi esposa y todos sonreímos enternecidos— Yo le dije que probablemente tú quitarías a Shinobu y recibirías al bebé— añade y rio por lo real que es su deducción.

—¿Y cómo supiste que ese era mi plan?— interrogo divertido y los cuatro reímos a gusto.

Entre bromas y risas, llegamos al momento de la reunión donde tomamos posturas serias y comenzamos a platicar de temas igualmente importantes.

—Tu embarazo, Azami; ha sido la paz y arcoiris dentro de la tormenta. No somos quienes para asegurarles que sea así luego del nacimiento, pero sí podemos decirles, que su hijo será un motivo más para llegar vivos luego de una misión. Un motivo más, para no rendise— declara la Patrona observándonos de manera acogedora. Ambos en respuesta asentimos escuchando atentamente lo que tendrían por decirnos.

—No me agrada ser portador de malas noticias, pero hay que ser sinceros. Se avecinan tiempos oscuros, con Muzan vivo; los demonios siempre estarán acechando sin parar. Mi esposa y yo sabemos como terminará nuestra historia— indica pausadamente nuestro Patrón y un malestar se instala en mi estómago sabiendo a qué se refiere — A nosotros nos encantaría que ustedes fueran los tutores de nuestros hijos si llegáramos a faltar. Han desmotrado ser personas de excelencia, y sabemos que serán unos excelentes padres.

Mi mente se quedó en blanco por unos segundos. ¿A caso es como una despedida?. ¿Tan grave será lo que pasará, que tomaron esta decisión?.

—No se preocupen, sus hijos estarán en buenas manos. Uzui y yo los cuidaremos y portegeremos como si fueran nuestros propios hijos— declara con firmeza Azami. Puedo sentir su seguridad, y eso me hace sentir igual de seguro que ella.

—Les damos nuestra palabra de que haremos todo lo que esté en nuestras manos para cuidarlos y protegerlos— añado dejando un leve apretón como sinónimo de apoyo en la mano de Azami.

—Muchas gracias— agradecen ambos al unísono con una hermosa aura. Siento que simplemente con verlos me lleno de energía y esperanza.

~•~

Al finalizar nuestra reunión, la Patrona nos acompañó hasta las puertas de la cede.

—Uzui, Azami— pronunció y ambos giramos a verla— Cuando llegue el día, déjennos ir. No luchen por detener lo que venga a por nosotros. Necesitarán fuerzas para enfrentarse a lo que vendrá luego. No la gasten en nosotros, mi esposo y yo ya tomamos una decisión— declara calmada y siento como tanto mi corazón, como el de Azami, se aceleran ligeramente— Nuevamente, muchas gracias. Descansen.

—Igualmente, Patrona— respondemos totalmente idos de la realidad.

De camino a casa, estuvimos unos minutos en silencio. Procesando toda la información.

—Uzui— susurra y giro a verla mientras continuo caminando hacia casa con ella en brazos.

—Dime, amor.

—No quiero que los Patrones mueran— murmurra con voz temblorosa y mi corazón se encoge. El deseo es mutuo. Yo tampoco quiero que mueran.

—Yo tampoco, pero ellos tomaron una decisión. Ellos tendrán sus razones, no nos entrometeremos en eso — sentencio siendo rígido.

—¿Algunas vez has considerado tener una vida normal luego de acabar con Muzan?— indaga y relajo mi semblante.

—Por supuesto que he pensado en ello. Y más de una vez, de hecho— destaco — Finjo que no, pero siempre que alguno sale a una misión; me da miedo que alguno de los dos no regrese. Somos fuertes, pero no inmortales. Solo somos humanos que pulieron algunas habilidades, y que están haciendo todo lo posible por salvar a otros que no saben la cruel realidad de las cosas— me sincero con ella— Obviamente quiero una vida libre de peligro para ti y nuestra familia. Pero mientras, yo lucharé día y noche de ser necesario, para mantenerlos a salvo.

Soy alguien lleno de orgullo, pero siempre seré transparente con mi esposa.

—Te amo — pronuncia, y es tanta nuestra conexión, que puedo sentir sus palabras como un gran y reconfortante abrazo.

—Te amo, Azami. Esposa y madre de mi hijo. La mujer más hermosa que he visto en toda mi vida. La mujer que amo más que a mí mismo. Mi mujer y mi compañera de vida.

☆ Ramé ☆  (Tengen Uzui y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora