☆ Ramé ☆ (Tengen Uzui y tú)

🏮Capítulo. 19🏮

Despertando y lo primero que veo es el trasero de Uzui. Parece que estaba viendo que utilizar para vestirse.

—Que buena vista tengo, eh- bromeo y él pega un brinco.

—¡Azami!- veo como se sonroja un poco y suelto una carcajada- ¡mira hacia otro lado!- ordena.

—Como usted ordene- volteo un poco y escucho como busca algo para cubrirse haciendo que volviera a reír- no sé por qué te pones así si he visto mucho más que tu lindo trasero.

—Espera...¿acabas de decir que mi trasero es lindo?- parecía incrédulo.

—¿Si?, ¿qué tiene?- frunzo mi ceño mirando a la pared.

—Makio también me lo dijo.

—Pues no se equivoca- concuerdo con Makio.

—¡Ay, ya!, que me sonrojo más- bromea poniendo una voz aguda y rio- ya puedes voltear.

Giro mi cabeza y ya tenía ropa interior puesta. Me levanto sin pena alguna y paso por su lado para colocarme la mía. Al pasar, siento como me da una nalgada.

—Tu también tienes un lindo trasero- me guiña el ojo coqueto.

Me coloco todo el uniforme busco por todo el refugio algo abrigado, hasta que encontré un cajón con algunos haoris de tela algo abrigadora. Eran de color negro y tenían el sello de la organización de los caza demonios. Perfecto.

—Ten- le lancé a Uzui un haori- pontelo y salgamos de aquí para asesinar al demonio.

—Ush, que mandona- chasquea su lengua agobiado y suelto aire por mi nariz  haciendo un ruido de disgusto.

Salimos del refugio y corrimos hacia nuestro destino para no perder el calor y que no nos pasara lo mismo que ayer.

Al llegar a aquel lugar me tapé un poco la nariz. El olor era horrendo. Uzui no pudo evitar hacer aguajes para vomitar.

—¡Carajo!, ¿por qué rayos olerá tan malditamente mal?- nos preguntamos al unísono.

Al entrar a aquel distrito, el olor se intensificó. Escuchamos pasos y nos giramos para ver a un joven correr hacia nosotros con una daga.

Rápidamente golpeé su brazo y Uzui tomó la daga, la cual estaba por los aires.

—Somos humanos- me adelanto a decir- vinimos a ayudar, ¿nos puedes decir qué ocurrió?.

El joven nos mira agotado, parecía paranoico y agitado.

—Hay monstruos en todo el lugar- dice rápidamente- estuvimos que estar todos estos días moviéndonos para que no nos asesinaran.

—¿Estuveron? ¿Hay más aquí?- Uzui se acerca.

—Éramos quince, ahora sólo quedan cuatro, contándome- respirada aceleradamente.

—¡¿Pero qué hacian unos niños como tú por aquí?!, ¡¿no tienen ojos para ver la pinta de este lugar?!-  las pupilas de Uzui se encogen y un aura oscura lo cubre.

—¿Disculpa?, ¡SI TENEMOS OJOS, SÓLO QUE UN AMIGO DE NOSOTROS LO ATRAPÓ UN MONSTRUO Y VINIMOS A POR ÉL!- el joven gritaba levitando y moviendo sus manos y pies rápidamente. Me recordó a Zenitsu.

—¡¿Y NO PODÍAN BUSCAR AYUDA?!, NIÑOS, ¡TODOS LOS NIÑOS ME COLMAN LA PACIENCIA CON SUS ESTUPIDECES Y FALTA DE RAZONAMIENTO!- el albino gritó para acariciar su entrecejo.

—¿Ya terminaron con su disputa o me da tiempo de hacerme un té y esperar a que los demás niños que quedan mueran?- me cruce de brazos y ellos voltean a verme.

—El niño empezó / el viejo empezó- se señalan y Uzui infarta al escuchar como le llamó.

—¡¿ME ACABAS DE DECIR VIEJO?!, ¡¿PERO A TI NO TE ENSEÑARON A RESPETAR?!. ¡¿NO TE DIERON MODALES?!.

—¡QUE SE CALLEN LOS DOS AHORA!- los tomo por las orejas y arrastro por los pasillos ignorando sus quejas- dime ahora donde están los demás- ordeno dándole una fugaz mirada al joven.

—Estamos en una de las cocinas, la tercera a la derecha- responde soltando quejidos de dolor por mi agarre.

—Por cierto, soy Azami y él es Uzui.

—Yuuto- se limita a decir y asiento.

—Has sido valiente Yuuto, sin ser cazador a sobrevido una cantidad de tiempo considerable- a Yuuto se le iluminaron los ojos y Uzui soltó un bufido.

—No te sientas importante niño, yo duré más que tú en una situación parecida y tampoco era cazador. Así que ni al caso tú situación a comparación a la mía.

—¿Sabes?, ya me caes mal- Yuuto le mira molesto- no todo se trata de ti, viejo engreído.

—Uzui, como comiences a gritar te doy mi palabra de que te golpearé- amenazo y él aprieta sus dientes mirando a Yuuto.

—Luego me encargaré de ti, mocoso y estorbo humano- le hace seña de estar vigilandolo con sus dientes apretados.