🏮Capítulo. 33🏮

1.2K 104 5
                                    

Uzui y yo decidimos ir vagón por vagón en busca de Rengoku. Ambos llegamos al último vagón que nos quedaba por inspeccionar. Al entrar vimos a un Rengoku disfrutando de su comida.

Suspiramos aliviados al verle bien.

Pero la sonrisa de Uzui desapareció al ver a Tanjiro y los chicos allí.

—Par de mocosos, ¿qué hacen?. ¿Qué parte de "misión clasificada" no comprenden?— la vena en su cuello comenzaba a hacerse notar.

—Lo sentimos— Tanjiro sonríe apenado.

—Yo no— Inosuke ríe y aprieto mis labios para no reír.

—¡UZUI, AZAMI!, ¿que hacen aquí?— Rengoku nos mira curioso y reímos nerviosos pensando en algo creíble.

—Eeh, ya sabes, bueno, estem, pues nosotros queríamos dar un paseo en el tren porqué Azami tenía muchas ganas de relajarse, claro que le sugerí otras alternativas— menciona picaro y golpeo su brazo— pero no cedió y compramos el primer ticket que vimos, por cosas de la vida caímos aquí, contigo — responde rápidamente Tengen y asiento a su lado para hacerlo más creíble.

—Mmm, bueno— habla despreocupado.

—¿Puedo oler sus manos un segundo?, sé que se escucha bastante raro pero es muy importante que lo haga— sin esperar respuesta por sus partes, comencé a inspeccionarlas con sumo cuidado y con mis guantes colocados.

Efectivamente todos ellos tenían el olor a la sustancia. Aún no descifraba que tipo era o lo que causaba, eso era algo que me comenzaba a preocupar.

—¡Ey tú!, ¿qué tanto miras?— Uzui señala a un niño que se encontraba a un asiento de nosotros— ¿nunca gas visto a alguien tan increíble y extravagante como yo o mi esposa?— pregunta con su aire de egocentrismo.

Observo al niño por unos segundos, estaba algo pálido y su corazón latía más rápido de lo que se debe. Por un momento pensé que era por la reacción de Uzui, un hombre tan grande y alto que si llegaba a intimidar. Pero lo descarté al concentrarme un poco más en todo el espacio en el que nos encontrábamos, habían más niños, solos. Todos se veían nerviosos, tensos y asustados.

No quiero imaginar que ellos estén de lado del demonio que esté rondando por este tren.

—Tengo un poco de sueño, creo que tomaré una rápida siesta— Tanjiro y los dos restantes bostezan.

—Yo igual, ha sido un largo día— Zenitsu se recarga de la caja donde se encontraba Nezuko.

—Es extraño, estoy muy cansado y siento como si mi cuerpo pesara o se durmiera — mumurra Inosuke y frunzo mi ceño.

—Tengo que ir al baño— le susurro a Uzui y este me da una mirada rápida— vendrás conmigo, no me quiero perder— pongo de excusa para sacarnos de allí.

—¿No tienes ganas de ir al baño, verdad?— deduce y niego.

—La sustancia duerme a las personas, es como un tranquilizante— cierro la puerta tras nosotros— los niños.

—¿Qué hay con ellos?.

—Ellos tienen algo que ver en esto, es un presentimiento justificado— él asiente comprendiendo.

—¿Qué tienes pensado hacer?.

—Vamos a volver y vamos a simular que también tenemos mucho sueño. Así podremos ver de cerca que es lo que traman.

—Bien.

Salimos del baño y volvemos a entrar al vagón "bostezando". Ambos tomamos asiento uno al lado del otro y cerramos los ojos.

Cuando uno de tus sentidos se ve bloqueado, los demás se intensifican.

No necesitaba ver para poder escuchar sus susurra o sus corazones latir con fuerza gracias a la adrenalina que ecomenzaban a experimentar, ni necesito verlos para sentir sus movimientos.

Podía oler ese aroma a demonio en el lugar, era repugnante.

Al pasar los minutos aún se estaban sus susurros. Y adivinen, Uzui se había dormido de verdad.

E aquí yo siendo la única cociente, rodeada por niños que aún no sé ni entiendo sus verdaderas intenciones.

—Debes hacerlo, así podremos cumplir nuestros sueños— mumurra una de ellos.

Puedo sentir el aliento de uno de ellos cerca de mi rostro, mueve su mano enfrente mío.

—Ya no quiero hacer esto— dice el niño enfrente a mi, había lamento en su voz.

Se aleja y comienzan a amarrar algo, necesitaba abrir los ojos pero ya había llegado muy lejos como para arruinar todo.

—Debemos entrar en trance para poder tomar las esferas— habla la misma voz femenina de hacen unos minutos.

Y luego de eso ya no se escuchó nada más. Decidí abrir mis ojos así topándome con los niños en trance y teniendo en su muñeca una cuerda amarrada a cada una de los chicos.

Por suerte, ni Uzui ni yo poseíamos alguna.

—Uzui, despierta— susurro moviéndolo bruscamente, no podíamos perder más tiempo.

—¿Eh?— pronuncia despertando— me tomé muy en serio lo de simular dormir— ríe apenado y niego con una sonrisa.

—Un poco— digo divertida— mira, al parecer deben estar dentro de sus mentes, los indujeron en un profundo sueño.

—Cuando dormimos somos más vulnerables— añade y asiento mirando a Rengoku dormir— voy a ver los demás vagones rápido, tú mantente aquí y no te distraigas, si sucede algo raro ya sabes que hacer.

—Si, si, acabo con todo lo que se mueva— mueve su mano para que me marche y alzo mi ceja— menos con los mocosos.

—Exacto.

☆ Ramé ☆  (Tengen Uzui y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora