☆ Ramé ☆ (Tengen Uzui y tú)

🎋Capítulo. 27🎋

Ha pasado un día en el que no obtenemos respuesta alguna de los chicos. Algo que nos preocupó aún más, es como en la noche todo se mantuvo en un silencio ensordecedor. Por lo normal acabamos con tres o cuatro demonios, pero no hubo ni uno por el área.

Ahora estábamos caminando por el distrito rojo conmigo disfraza para ser vendida por Uzui a una de las casas.

—Buenas tarde hermosa dama, estoy aquí para ofrecerle a esta dulce señorita, le aseguro que así atraerá a demasiados hombres y será muy famosa por aquí - muy convencidor Tengen.

La señora me observó por unos segundos sonriendo como si fuera un tesoro para ella.

—Acepto.

—¡Perfecto!- aplaude con entusiasmo el grandulón mientras que yo me mantengo seria ante todo este turbio escenario.

Antes de que aquella señora tomara de mi brazo, Uzui la detuvo.

—Disculpe, quisiera hablar con ella unos segundos- le sonríe amable, sabía que con esa sonrisa coqueta convencerla a cualquiera.

—Sólo dos minutos, necesito clientes lo más rápido que pueda- él asintió y tomo mi dedo índice con cuidado para dirigirnos a una de las esquinas de la casa.

—Estaré aquí todo el tiempo, si pasa algo ya sabes lo que debes hacer- asiento un poco nerviosa, estos lugares no me agradaban para nada- intenta recopilar toda la información que creas que nos pueda servir- mira a nuestro alrededor para luego darme un casto beso- no cierres con seguro la ventana de tu habitación.

Rápidamente se va y yo entro a la casa. Bastantes niñas y chicas jóvenes. Todas ellas apresuradas por cumplir sus labores.

—Usted debe ser la nueva adquisición- una chica aparece enfrente de mi, su mirada era juzgona aunque sentía que era un método de defensa.

—Imaza, me llamo Imaza- estipulo firme, no le bajaría la cabeza aquí a nadie.

—Meki, creo que seremos amigas aquí- sonríe levemente y le devuelvo el gesto- ven, te enseñaré el lugar.

Por los pasillos intenté encontrar algún rastro de demonio, pero no obtuve nada. Lo que sí llamó mi atención fue un pasillo algo sospechoso por los dormitorios de las más respetadas adquisiciones.

—Meki, ¿en donde se encuentra mi habitación?- me detengo para verla.

—Junto a la mía- señala las últimas del segundo piso y asiento- Imaza, en una hora debes estar arreglada y abajo para que atraigas a los clientes- asiento, ambas nos miramos por unos segundos, como si supiéramos muchas cosas pero que no podían ser dichas en voz alta. Las paredes escuchan.

—Gracias, Meki- me limito a responder para entrar.

Miré toda la habitación, era pequeña aunque se veía algo cómoda. Abro mi ventana y silbo como señal para Uzui, quien estaba esperando en uno de los techos cercanos a la casa.

La cabeza del albino cubre todo mi campo de visión.

—¡Hola!- saluda y besa mi frente para de un salto estar dentro de la habitación.

—Ya estamos dentro- le miro preocupada- no me gusta estar aquí, Uzui- juego con mis manos nerviosa. Él rápidamente toma mis manos y las cubre juntando las suyas.

—Si quieres nos vamos justo ahora de aquí, tenemos a los mocosos aunque no hayan mandado ni señales aún- le miro y noto firmeza en sus palabras- no estarás en un lugar donde no quieras estar.

Cómo no podría amar a este grandulón. Si siempre a cumplido sus promesas desde que nos casamos. Alguien que me ha dado mi lugar y nunca me ha fallado. No podría fallarle, ni a él, ni a las chicas.

—No, yo me quedaré aquí y haré mi parte. Sólo mantente cerca, estos lugares se descontrolan fácilmente- apoyo mi frente contra su pecho.

—¿Temes que me hagan algo esos debiluchos?, ¡Pf! soy yo, el increíble Uzui Tengen. Antes de que me toquen un cabello o a ti, estarán bajo tierra- sonrío, muy expresivo en todo lo que dice.

—Bien, grandulón, debo arreglarme- me separo de él y veo la ropa que se encontraba sobre la cama. Esperé unos segundos pensando que se iría pero seguía ahí.

—No me iré, ser el primero en verte con ese conjunto será lo mejor que haga en la noche de hoy- toma asiento en una se las sillas que se encontraba cerca de la cama- adelante, nadie te interrumpe preciosa.

—Pervertido- bufo despojandome de mis zapatos y luego de mi haori.

—Sólo alimento mi vista, amor.

¡Hola mis bellezas tropicales!!
Espero que estén bien y que les haya gustado el capitulo.

Estuve MUY inactiva últimamente porqué estaba de vacaciones, pero ya estoy de vuelta y con contenido para ustedes uwu.

Eso era todo, los quierooo