Novio de alquiler [ʜʏᴜɴɪɴ]

𖥻𝟷𝟷˖

Los siguientes días fueron más relajados, seguíamos enfocándonos en la boda y que decoraciones pondríamos. Mi madre parecía haberse olvidado de lo que habíamos hablado en el comedor, di gracias por ello. Cuando pude darme cuenta ya era 1 de junio, quedaba menos de una semana para que mi hermano y su prometida sean marido y mujer. Me sentía muy feliz por ellos. Todos estos días estaban llenos de nervios y de estrés, pensar que la boda esta a la vuelta de la esquina me hace pensar en todo el esfuerzo que hemos hecho, y también, me siento algo preocupado por si no sale como pensamos.

Hyunjin seguía durmiendo cuando salí de la habitación dirección hacía la de mi hermano, sinceramente lo que más me emocionaba de esta semana era su despedida de soltero, por suerte, el día en el que estuve con sus amigos uno de ellos me pidió el número para mantenernos en contacto. No hacía nada que habíamos creado el grupo "Despedida de Jungsu" y ya teníamos más o menos lo que haríamos. Ese sería un día estupendo. Una vez frente a la puerta del cuarto de mi hermano, toqué, él me abrió poco tiempo después. Lo único que quería saber era cuanto quedaba para que todo estuviera listo.

—Entre hoy y mañana, creo —contestó.

—¿No lo sabes seguro? —pregunté.

Él negó con la cabeza. Le di unas palmaditas en el hombro y me fui de nuevo a mi habitación. Cuando entré, la puerta del baño estaba cerrada y Hyunjin no se encontraba en la cama. Toqué a la puerta para ver si se encontraba allí.

—¿Hyunjin? —susurré.

No hubo respuesta.

—¿Estás ahí? —pregunté.

—Sí, no me encuentro muy bien hoy, creo que tengo fiebre.

Me quedé callado.

—Vete sin mi, descansaré un poco más —dijo.

—Esta bien, si necesitas algo llámame.

Salí hacía el piso de abajo, todos estaban ya reunidos allí. Me preguntaron por mi novio y les contesté diciendo que se encontraba mal y que hoy no estaría aquí. Lo único que hicimos esa mañana fue elegir el color de las cortinas y de que material pondríamos los platos, fue un poco de chiste. A las dos fuimos a comer, Hyunjin no apareció en ningún momento. Supuse que había llamado al servicio de habitación para que le trajeran la comida, tiene que encontrarse muy mal para no bajar. Terminamos de comer y Minjun me entretuvo con el día en el que haríamos la sesión de manicura, le sugerí de hacerlo el día antes de la boda, así no tendría que preocuparse por si le da tiempo a ponerse el vestido o no. Ella aceptó. Tuvimos que volver a hablar con el organizador de bodas debido a que el tipo de servilleta que querían no estaba disponible, nos pasamos otra hora más discutiendo sobre cual era la segunda mejor opción. Ahí me planteé si celebrar una boda era necesario, es decir, te gastas mucho dinero en todo, incluso en las servilletas, con lo fácil que es comprar unas de papel. Terminamos de elegir todo, mantel, cubiertos, flores, sillas... A las cinco menos diez, había sido un día muy aprovechado. Regresé mis pasos hasta la habitación y abrí la puerta. La puerta del baño seguía cerrada, pero pensé que Hyunjin ya había salido, cosa que no fue así.

—Te has perdido el color de las cortinas, te lo habrías pasado muy bien —dije con sarcasmo.— Una mañana súper interesante.

Silencio.

—Y espérate, ¡no tenían las servilletas que querían! ¿Te lo puedes creer? Han tardado una hora en elegir otras servilletas, un caos.

Me apoyé en la pared del baño esperando a que Hyunjin hablara, al no haber respuesta puse mi mano en la manilla y tiré hacía abajo. Pensé que eso era inútil, ya que tal vez podría estar encerrado. Pero la puerta se abrió despacio, dejando ver a un Hyunjin tirado en el suelo, hecho una bolita en la esquina rodeado de pañuelos, llorando y con su teléfono encendido con kakao abierto. Fui corriendo hacía él e hice que me mirara, tenía los ojos rojos e hinchados. Comenzó a llorar más fuerte. Se me ocurrió mirar su teléfono, lo cogí y miré el largo mensaje que habían escrito.

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Felix♡;
Siento decirte esto por mensaje pero me parece lo mejor a tener que engañarte, estos días he estado pensando en nuestra relación y en como verdaderamente estaba muy pegado a tí, por eso decidí tomarme un tiempo contigo, sin embargo, este tiempo va a ser para siempre. Además, he conocido a otra persona y me ha empezado a atraer, y creo que es recíproco. Ya he empezado a hacer las maletas, me iré mañana por la mañana, el piso es todo tuyo, cuídate.
[14:32]
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Apagué el teléfono y le di un abrazo a Hyunjin, él se aferró a mí y siguió llorando. Sinceramente no pensaba que ellos dos iban a romper. Le comencé a acariciar el pelo para intentar calmarlo.

—Lo superarás —le dije.— Seguro que sí.

Él negó con la cabeza y siguió abrazándome, fuerte y firme. Apreté mis brazos más a él y apoyé mi cabeza en la suya. Una vez estando ya más calmado intenté levantarle del suelo, los dos nos fuimos hasta el salón y nos sentamos en el sofá. Hyunjin se acurrucó en la esquina y yo me senté a su lado.

—¿Has comido? —pregunté.

—No... —susurró.

—¿¡Has estado desde esta mañana sin comer nada!?

Hyunjin asintió tímidamente con la cabeza.

—Voy a pedirte algo.

Cogí el teléfono para llamar al servicio de habitación y pedí sushi, éste llegó unos minutos después. Lo puse en la mesa y Hyunjin comenzó a comer, poco a poco, pero comía, al quinto bocado dejó los palillos en la mesa.

—No puedo creer que me haya dejado.

—Come, podemos hablar de ésto más tarde, pero tienes que comer.

—No tengo hambre —contestó.

Yo le miré.

—No me obligues a darte de comer —le dije.

Hyunjin volvió su vista, la cual era triste, hacía mí.

—Solo quiero dormir —confesó.

Regresó su mirada a sus manos. Debería de comer un poco más, hoy ni siquiera había bajado a desayunar debido a que durmió hasta tarde. Le cogí la mano y tiré de ella para que Hyunjin se apoyara en mi hombro. Él estiró sus piernas en el resto del sofá y cerró los ojos. Yo volví a acariciarle el pelo. Me quedé así hasta que se durmió.