Cap. 15

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La semana pasó rápidamente; menos tu de mi cabeza, estuvistes todo el fin de semana y toda la semana rondando, lo pero es que sin ropa.
Y a mis oídos llegaban una y otra vez tus gemidos. Eso me mantuvo exitada todo el tiempo y aunque sabía que no se volvería a repetir, deseaba con todas las fuerzas del mundo que volviera a suceder. Moría por volver a sentirte, por volver a escuchar tus gemidos y por volver a hacerte mía nuevamente.

Eso es lo malo, cuando algo es prohibido lo deseas más y más.

No fue bueno a verte probado, ahora te deseo más que nunca.

Ya íbamos de camino con mi supuesto novio. No fue difícil encontrar uno.
En donde trabajo hay un chico que le gusto, así que le ofrecí ser mi novio solo medio día.
No lo dudó ni un segundo y acepto. Así que aquí vamos.

Encontramos la casa rápidamente, no fue difícil.

Vimos a muchas personas entrar y salir de esa casa.
Entramos y Joel me tomó de la cintura, me sentí un poco incómoda pero él se iba a cobrar de esta manera.
Así que trate de abrazarlo y no verme mal.

Tú nos vistes ni bien habíamos entrado. Tu sonrisa se borró, creo que te molestó por a ver llegado acompañada o simplemente mi presencia te molestó.

Daniel se acercó a saludarnos muy alegre, tu llegastes después. Con ese vestido blanco suelto, te quedaba perfecto; bueno a ti todo te queda perfecto.
Que envidia le tenía a Daniel porque era a él a quien abrazaba de la cintura y no a mí.
No dijistes nada, solo me vistes con mala cara. Era la misma que tenías la última vez que te vi. Aún me seguías odiando porque dejastes que yo te hiciera de todo y yo aproveché.

Daniel no debajo de hacerle preguntas a Joel desde que nos sentamos a la mesa. El respondía lo que quería, mientras yo solo me reía de las respuestas. Me daba igual lo que dijera de nosotros.

-Si nos amamos con locura!- apenas escuche en una de sus respuestas y siento como gira mi rostro para besarme.
Me sorprendo y quiero alejarme pero no debo, asi que solo me dejó.

Y no se que pasa pero él se aleja de mi rápidamente y veo su ropa mojada con refresco.

-Lo siento, lo siento en verdad, perdón se me cayó!- dijistes parada frente a él y de verdad te veias arrepentida.
Joel salió corriendo al baño a limpiarse.

Tu mirada me aniquilaba, no sé porque si no había hecho nada. Hoy no había intentado acercarme a ti para hablarte.

Al final estuviste así toda la tarde y ni yo hice por hablarte y tú no cambiaste tu rostro al mírame.

Tuvimos que irnos, al final yo si me divertí, me la pasé bien. Joel es un chico divertido, pero no es mi tipo.

Me pasó dejando a mi casa y me dijo que fue el mejor día de su vida y yo le agradecí por ayudarme. Me robó un último beso y se fue.

Minutos después tocaron a la puerta. Abrí y mi sorpresa fue verte parada en frente de mí.
Tu rostro seguía aún molesto, creo que ahora mucho más.

Amándote En Silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora