𝑴𝒚 𝑬𝒚𝒆𝒔 ~•𝑴𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈•~

𝒄𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐

Han Jisung, 6 años.

Mark caminaba con el pequeño Han Jisung de la mano. Lo habia pasado a buscar al jardin de niños, ciertamente se sorprendio cuando su hermano le aviso que Jisung empezaria el prescolar y el se haria responsable de pagar la colegiatura solo si era a nombre del mayor. No quiso indagar mas y solo acepto siendo él que se haria responsable de Jisung, aunque no le extraño demasiado ser quien se haga cargo.

―¡Papá mira! ―Jisung le mostro un dibujo― lo hice solito en clase

―¡Vaya! ―exclamo viendo el dibujo― lo amo, me encanta, tienes un don Jisunggie

El pequeño rio.― ¿Te gusta? Nos puse a todos

―Eso veo... Tambien incluiste a tu padre ―sonrió―, eso es muy lindo de tu parte Jisung

―Gracias ―asintio.

―Oye, ¿quieres ir a comer hamburguesas?

―¡No papá! mi maestra dice que comer muchas cosas no saludables hace daño

―Umh... Pero la hamburguesa tiene tomate, lechuga, rica carne y pan nutritivo

Jisung rió sabiendo el truco de su papá Mark.― Tienes razón entonces vayamos por hamburguesas ―levanto sus manitas

―¡Vamos! ―Mark lo cargo entre risas y caminaron hasta su local favorito de hamburguesas.

Jisung sabia la historia de su madre, a pesar de tener seis años el sabia tambien porque su padre casi no se acercaba a él, sabia porque siempre lo miraba con desprecio o tambien porque lo ignoraba pero no queria que eso lo desanimara mucho, el queria hacerle saber que no era un problema en la familia.
Mark siempre vio por el pequeño Jisung, su cuarto decorado y lleno de juguetes se debia a su querido tío al quien consideraba un padre... Un verdadero padre.

Cuando volvieron de comer Mark se despidio prometiendo llevarlo la proxima vez a su trabajo para jugar con su amigo Jackson.

―Sunggie, ve a cambiarte ―le dijo Ryujin

―Y luego bajas para que podamos jugar Sung ―dijo Seungkwan

―¡Okey~!

El pequeño subio las grandes escaleras con cuidado y se acerco al cuarto de su padre, saco de su mochilita de animalitos unas figuras hechas con palitos de madera. Toco la puerta y como respuesta tuvo un "Largo" por parte de su padre, sin rendirse se puso de puntitas y alcanzo la manija de la puerta para girarla, empujo la puerta y entro.

Su padre le miro de reojo.

El pequeñito Jisung llego hasta la gran cama y trato de subirse.

―¿Qué quieres? ¿Qué te he dicho de entrar a mi habitación?

―Que no entre sin permiso...

―Y eso es lo que acabas de hacer ―dijo con molestia.

―Nunca me das entrar ―sus labios formaron un pequeño puchero.

―¿Y bien? ¿Qué rayos quieres? Estoy ocupado

Jisung se rindio porque no pudo subir a la cama junto a su padre asi que solo dejo las dos figuritas de madera en la cama.― Lo hice yo

―¿Y qué?

―... Somos tu y yo ―paro las figuras. Una tenia mechones abundantes con hilo y la otra tenia poquitos pero con un ojo bicolor― es una actividad por el día del padre asi que-

―¿Qué te hace creer que quiero esta basura?

―Yo lo hice para ti, no importa si lo quieres ―le sonrió

―Largo ―con su mano tiro las figuras haciendo que se desprendieran

Jisung se asusto y se agacho.

―¿Qué parte de no quiero ver tus ojos no entiendes? ―cuestiono con rabia

―Lo siento. ―susurro derramando algunas lagrimas.

―Si lo sientes tanto entonces largate de mi vista

Jisung se levanto y corrio a su habitación. Yugyeom se paro y cerro de un portazo la puerta, miro el suelo, las figuras que Jisung le habia dado estaban despegadas, solo suspiro.

El pequeño pelinegro se cambio las ropas mientras secaba las lagrimas de sus mejillas, sabia que su padre lo odiaba, sabia que toda la familia de su padre a excepción de su papá Mark, lo despreciaban, la ultima vez que vio a su abuela paterna fue hace unas semanas y tampoco quiso mirarlo. Sus abuelos maternos eran muy diferentes, se sentia bien con ellos pero eso solo le duraba un día porque a la mañana siguiente ya tenia que partir de regreso con su padre.

Seungkwan toco e ingreso a la habitación del pequeño.

―Sunggie... ¿Por qué tardas tanto?

―Ya voy ―sorbio su naricita y limpio sus mejillas rojas por tanto tallarlas

―Hey ―Seungkwan se acerco preocupado y se hinco al pequeño― ¿qué sucede Sung, por qué lloras?

Jisung abrazo al chico y se escondio en su cuello― Papá me odia, Kwannie

―Oh pequeño ―lo abrazo y acaricio su cabello―, papá no te odia, papá solo esta molesto consigo mismo

―Yo mate a mamá ―murmuro entre lagrimas

―¡No! ―Seungkwan tomo el pequeño rostro en sus manos― no cariñito, tu no mataste a tu madre, fue algo que simplemente paso pero no es culpa tuya

―La abuela dice que soy un problema-

―No Sunggie ―limpio con delicadeza las lagrimas del pelinegro―, no eres un problema, no eres un error... Sung ―acaricio su cabello y miro esos bonitos ojos que el niño tenia―, no eres la maldición de la familia

El pequeño solo se limito a llorar en el hombro de Seungkwan mientras este le daba caricias en su cabecita, lo cargo y arrullo en la habitación hasta que quedo dormido.

A la edad de seis años, el pequeño Jisung se sentia responsable por algo tan grande que ni siquiera era su culpa. Y cargaba con un odio que no merecia.