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Minho desperto emocionado a la mañana siguiente, mas energico de lo normal. Sus padres se miraron entre si mientras desayunaban, su hijo no dejaba de sonreirle a la comida.
―Parece que tu madre a preparado por fin algo bueno para comer. ―dijo el señor Lee.
La mujer golpeo el hombro de su esposo y luego miro a su hijo.― ¿Sucedio algo importante o a que se debe tanta alegría esta mañana?
―El abuelo de Jisung me ha invitado a cenar con ellos. Es la segunda vez que voy a verles.
Los padres de Minho sonrieron.
―¿Eso te tiene tan emocionado? ―pregunto su padre.
Minho asintio.― Jisung no recibe muchas visitas, les dije que si vida fue un poco difícil por su heterocromia. La primera vez que compartimos una cena, estaba muy feliz, creo que jamas habia visto a Jisung reir tanto. ―sonrió aun más al recordarlo.
―¿Por qué no vuelves a invitar a Jisung? Me parece un chico muy agradable. ―menciono su madre.
―Eso es verdad, podriamos prepararle algo bueno para comer o salir algún lugar.
Minho negó.― No creo que tenga tiempo para eso ahora, esta muy concentrado en pasarla con su abuelo, ademas ahora vive muy lejos. Le comentare después si le gustaria venir de nuevo.
Sus padres asintieron con una sonrisa.
Minho miro su celular y sonrió dandole un ultimo bocado a su comida.― Me tengo que ir ahora, los amo. ―dijo tomando su chaqueta y saliendo de prisa de la casa.
La madre de Minho rio.― ¿Crees que suceda algo entre ellos?
―No lo sé, pero lo que sí tengo seguro es que Minho tardara en darse cuenta, al menos de aceptarlo. Tu hijo es un poco terco. ―respondió el hombre.
La mujer roto los ojos y siguieron desayunando. Era la primera vez que veían a su hijo tan emocionado por algo que no tuviese que ver con la danza o música.
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Minho llego hasta donde estaba el auto de Jisung, a unas cuadras de su casa. El chico lo esperaba afuera del auto con el celular en mano. Antes de poder seguir caminando tomo tres respiraciones y camino.
