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Han Jisung, 18 años.
Mark, Jackson, Ryujin, Seungkwan y Jisung bajaron del auto en dirección a la casa de los abuelos Bae, los mayores vivian un poco a las afueras de Seul ahora, en un tranquilo y bonito pueblo. La mujer mayor habia enfermado de leucemia hace un año, le anunciaron que su salud habia mejorado bastante pero un tiempo después tuvo una fuerte recaida. Ahora se encontraban en la casa de los abuelos para ver como se encontraba la mayo.
Los cinco entraron saludando a los dos unicos habitantes del hogar. Jisung se acerco a su abuela quien estaba en silla de ruedas mirandole con una sonrisa.
―Oh mi Jisunggie ―tomo entre sus manos las de Jisung.
―Hola ―le saludo con una calida sonrisa.
―Cada que creces te pones mas guapo ―rio.
―Y usted cada vez te pones mas hermosa ―alago.
Su abuela volvio a reir― Mi niño ―acaricio su cabello―... Siempre siendo cortes con esta anciana
Jisung nego.― Es la verdad. Por cierto, ¿ya tomaste tus pastillas?
―Todas y cada una, tal como me lo pediste ―sonrio orgullosa la mayor―. Oye Mark...
―¿Sí, madre? ―la miro.
―¿Cuando planeas hacer tu boda? Tu y Jackson llevan años comprometidos pero no se han casado ¿verdad? Me hare vieja sin ver a mi hijo casarse. A este paso Jackson te dejara y yo estare enterrada ―le dijo. todos a excepción de Mark, rieron.
―No diga eso ―fruncio el ceño―, no hemos hecho algo por falta de tiempo. Ultimamente le esta yendo bien a nuestra disquera así que estamos muy ocupados
―Pero aqui sigo esperando, madre ―rio Jackson―. No me puedo librar facilmente de él
La mayor rio.― ¿Ves Jisunggie? Tu padre consiguio una buena pareja, es mas de lo que podria merecer
―¡Oiga! ―exclamo ofendido.
―Por eso, tu consigue a alguien que te merezca, no te enamores facilmente porque facilmente rompen tu corazón. No te obligues a amar porque tus sentimientos no seran sinceros. Solo deja que venga a ti, tu hilo rojo se estira y enreda pero jamas se rompe. ―continuo la mayor mirando a Jisung mientras apretaba su mano.― ¿Entendiste cielito?
Jisung asintio con una sonrisa― Entendí, abuela.
―Kwannie... Ryujin... ¿Qué hay de ustedes? No me han presentado a ningun pretendiente ―rio.
―El trabajo no nos permite conocer a muchas personas, abuela Bae ―respondio Seungkwan.
―Pero tan pronto tengamos a alguien se lo haremos saber ―dijo la rubia con una sonrisa.
