AMISTAD

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La ruta rumbo al castillo siguió su curso. Sin embargo, algo había cambiado. El silencio que había reinado en un inicio se había quedado en el bosque de lianas. Ahora los momentos de incomodidad habían sido reemplazados por las charlas ocasionales, risas esporádicas y bromas que terminaban en regaños por los miembros de Xila. El bosque había dejado de ser mortal, pero todavía era desconocido. No querían llamar la atención de criaturas salvajes o monstruos potencialmente peligrosos.

De cualquier forma, las charlas hacían mucho más ameno el camino. Ahora tampoco caminaban en grupos, se habían mezclado poco a poco. Unos charlando con los de otras capitales, de ese modo se mantuvieron contando lo diferentes que eran en absolutamente todo.

Luego de dos días de bien merecido descanso, tenían que avanzar. No era necesario detenerse mucho para cazar, recolectar y comer. Únicamente para dormir.

Al parecer los chicos de Xila habían bajado un poco su defensa, o mejor dicho, confiaban un poco más. Ahora no parecían rodear y cuidar de Jeonghan en todo momento. Así que Seungcheol, sin planearlo o pensarlo, caminaba a su lado la mayor parte del tiempo. Al parecer a Cherry le gustaba chocar ocasionalmente con Cheonsa. Ella solía caminar alegremente y tampoco se fijaba mucho en sus pasos, cuando llegaba a tropezar con Cheonsa ella sólo se alejaba, Cheonsa la miraba y seguía caminando como si nada.

- Cheonsa es igual de odioso que tú - le dijo Seungcheol.

Jeonghan lo miró fulminándolo.

Bueno, ahora al menos lo escuchaba.

- ¿Por qué todo el tiempo estás enojado?

Jeonghan esbozó una ligera sonrisa.

- Yo no me enojo.

- Claro que sí. Lo haces todo el tiempo. Nunca sonríes - ambos montaban a sus Jiwa y caminaban a lado del otro - Hasta Cheonsa tiene cara de enojado.

Cheonsa sí lo ignoró.

Jeonghan acarició su largo y blanco cabello. Luego se agachó a abrazar su cuello con ambos brazos. Sólo ellos sabían lo íntima y especial que era su relación. Cheonsa no sólo era su guardián, era su amigo, su confidente, su familia, y él mismo. En alguna ocasión se preguntó quién amaba más a quién. Jeonghan estaba seguro de que era él mismo. Pues Cheonsa siempre estuvo con él, desde su nacimiento. Jeonghan y él eran uno desde el primer día en que respiró. Cheonsa decidió ser su guardián sin conocerlo, pero Jeonghan creció amándolo. Y no podía dejar de pensar en cuando él ya no estuviera, su enlace se rompería y Cheonsa estaría solo.

- ¿Jeonghan? - preguntó Seungcheol

- Lo siento - volvió a la mirada a él y se incorporó - ¿Decías algo?

- Dije que tienes sangre seca en el cabello.

- ¿Qué? - miró sus mechones largos cayendo en su pecho - ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Qué asco! - gritó tan fuerte que casi cayó de Cheonsa.

- ¡¿Qué?! ¡¿Qué pasa?! - Jun llegó primero que todos

- ¡Tengo sangre en el cabello! - gritó con fuerza - ¡Qué asco! ¡¿Al menos es mía?! ¡Quítenmela! ¡Quítenmela ya!

🐾🐾🐾🐾

Jeonghan se recostó en el borde más cercano a un pequeño lago, colocó su cabeza al filo de la hierba y dejó que su cabello cayera dentro del agua. Minghao se sentó a su lado, disfrutando del agua fresca en sus pies descalzos y comenzó a lavarlo con cuidado.

- Creí que te había quitado toda la sangre - rió nervioso - Lo siento...

- No te preocupes - dijo con los ojos cerrados - Quería descansar de todos modos.

RUN TO YOU [Jeongcheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora