UN NUEVO COMIENZO

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Un escalofrío mucho más intenso y largo recorrió el contorno de su cuerpo entero

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Un escalofrío mucho más intenso y largo recorrió el contorno de su cuerpo entero. Una especie de electricidad que hizo temblar su piel bajo todo el peso de su cuerpo, un temblor que los hizo estremecerse al mismo tiempo. Ninguno de los dos pudo dejar de mirar los ojos del otro. Si estuvieran bajo otra situación, Jeonghan lo habría lanzado lejos de él, le habría gritado que era un bruto y que jamás se le acercara de nuevo, estaba en cierta forma, molesto. Molesto consigo mismo porque Seungcheol lo estaba tocando de la forma en la que nadie lo había hecho antes y en la que Jeonghan jamás permitiría que alguien lo hiciera, y aún así, podía soportarlo.

De alguna forma le resultaba agradable ese contacto excesivo, ese aroma fuerte impregnándose en su cuerpo, ese sabor amargo proveniente de sus labios, ese sudor denso que lo envolvía de pies a cabeza, ese cuerpo grande y fuerte cayendo sobre el suyo. Era tan masculino y diferente a cualquier experiencia cercana a los hombres de Xila que dudó fueran de la misma especie. Un hombre de Xila no era fornido, no sudaba, mucho menos desarrollaba músculos, no se metía en problemas, no peleaban, no alzaban la voz y tampoco maldecían en voz alta.

El pelinegro se estaba volviendo de alguna forma, interesante.

Seungcheol quería disculparse, o tal vez no, porque no era su culpa estar besando a Jeonghan en ese momento, en realidad, no lo estaba besando, ¿No? Porque un beso se lograba cuando al menos una de las partes tenía intenciones de hacerlo, ninguno de ellos la tuvo, era una simple equivocación, un error, un evento desafortunado. Él no quería besar a Jeonghan y Jeonghan no quería besarlo a él. Quería decírselo, pero si abría la boca seguramente sus labios tendrían contacto con su lengua, y eso sería...

Dejó de pensar. Sus pensamientos lo estaban llevando a un lugar donde no quería estar.

De pronto todo dejó de ser pesado y oscuro, nunca se sintieron tan ligeros como en ese momento. Y probablemente nunca estarían tan cerca como en ese pequeño y largo instante. Pero no podían quedarse por más tiempo, aunque así quisieran.

Jeonghan lo quitó de encima tan pronto la boa les dejó el camino libre. Seungcheol cayó a su lado, sin algo bueno en mente para decirle. Sin nada qué decirse a él mismo, con dudas y una avalancha de sentimientos remolineando en su mente.

- ¡Respira! - escucharon no muy lejos - ¡Respira, Jihoon!

SoonYoung estaba haciendo fuertes presiones sobre su pecho con ambas manos estiradas. Jihoon estaba empapado, igual que él, pero Jihoon estaba pálido, mucho más de lo que era normalmente, y sus labios tenían un color morado sumamente alarmante, al otro lado del nido los Jiwa más grandes luchaban por hacerle daño a la madre boa, por pequeño que fuera, juntos podrían hacerle algo.

- ¡No sirves de nada, Kida! - le gritó Seokmin. La pequeña y peludita Koala se limitó a esconder su cabeza entre sus brazos.

Jeonghan se levantó son tropiezos y mucha dificultad. Sosteniendo su abdomen y tambaleándose en el camino. Seungcheol lo sostuvo de brazo pero el rubio se alejó de él de forma brusca, Cheonsa lo sostuvo justo antes de caer sobre las ramas.

RUN TO YOU [Jeongcheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora