El poder, la traición. El deseo, la codicia. El amor, la obligación. Ninguno de ellos estaba preparado para ello. Lo que comenzó como el gran día de sus vidas, en realidad dió inicio a la peor de sus experiencias como habitantes y fieles servidores...
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La guardia avanzó de forma sigilosa una vez más. Ahora que sus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad, ahora que se guiaban más por el olfato de los Jiwa y que podían reconocer las corrientes de aire externas era mucho más fácil avanzar. El único inconveniente y mayor peligro latente eran los lobos al acecho.
En varias ocasiones habían escuchado sus gruñidos o visto sus sombras deslizarse por las paredes frías de la cueva.
Eran demasiado afortunados.
Mingyu sonreía mientras veía a Jeonghan dormitar sobre Cheonsa. Se balanceaba de lado a lado sosteniéndose por una cuerda que lo ataba de la cintura.
Se carcajeó en silencio.
- ¿Tú lo amarraste? - preguntó a su lado.
Wonwoo asintió con el rostro serio.
- ¿Estás furioso? - preguntó con toda la intención de hacerlo enojar.
Wonwoo no respondió de forma verbal pero sin duda lo había hecho.
Estaba furioso.
- Creí que habías dormido junto a él - Jihoon llegó a su lado dirigiéndose al mayor - Si hay alguien a quien debo culpar es a ti. No debiste quedarte dormido. Se supone que lo cuidas.
- Ya no es un niño - respondió fuerte - No tengo por qué cuidarlo, es responsable de él mismo ahora.
- Se supone que debió haber llegado casto al matrimonio.
- El Rey Lee no va a encontrarse con él de ese modo. Nadie tiene por qué saberlo.
Mingyu sonrió sin que nadie se diera cuenta. Wonwoo podría estar furioso con Jeonghan, pero aún así seguía procurando su bienestar. Más que ningún otro. Por supuesto, no podría celebrar sus acciones, le daba suficiente libertad y mantenía una barrera bien establecida en lo que se sentía correcto.
Algo pesado cayó al piso delante de ellos. Seungkwan y Dino corrieron a recoger el cuerpo adolorido y somnoliento de Seungcheol.
- ¿A él no lo aseguraste?
Wonwoo miró hacia otro lado.
- No es mi responsabilidad cuidar de él.
🐾🐾🐾
Cuando parecía que el final de la cueva aún estaba lejos, cuando estuvieron a punto de decir que estaban perdidos, cuando creyeron que jamás saldrían de ahí... La salida finalmente se presentó ante ellos.
Al principio siendo un pequeño agujero de luz en la lejanía que podría confundirse con alguna de las salidas en lo alto, pero después haciéndose grande y luminosa. El aire fresco lleno de pino los recibía con fuerza.
Montaron a los Jiwa cuando confirmaron que finalmente habían logrado salir del otro lado. Probablemente habían marcado un nuevo récord en cuanto a cruzar la montaña.