RUN TO YOU [Jeongcheol]

ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE

El agua pantanosa era menos profunda debajo del nido, bajo sus pies se hacía profunda y somera en algunas partes. Fue en una de esas veces en las que el agua bajó hasta su cintura y Wonwoo pudo ver el rojo vivo saliendo del costado derecho de Jeonghan. No podía avisarle a nadie porque no podía hacer ruido y porque Jeonghan prácticamente se lo había ordenado con la mirada.

Pero había alguien más que se había percatado de aquello, afortunada o desafortunadamente, no podía hablar.

Cherry.

Ella ofrecía su lomo para que el rubio se sostuviera y anduviera con mayor facilidad, que claro, no era mucha, pero era mejor que andar por sí solo. Wonwoo intentó andar del mismo modo junto a Tasty, pero para ella ya era bastante difícil caminar por sí sola y con Dino sobre su lomo, los Jiwa grandes cargaban a los pequeños sobre sí. Habían caminado alrededor de diez minutos. Nadie dijo una sola palabra en todo el transcurso, pero su velocidad sin duda era menor con cada paso.

¿Cómo apresurarlos? Pensó Jun. Caminar entre el agua ya era bastante difícil, el lodo suave que luchaba por atrapar sus pies sólo empeoraba la ya terrible situación. Estaban cansados, asustados y con cada segundo se agotaban más, la única y más grande motivación que podían tener para seguir adelante era salvar sus vidas.

SoonYoung miraba únicamente al frente, sosteniéndose del pelo de Hoshi para darle ánimos y a sí mismo. Estaba tan concentrado en el camino que cuando una pequeña boa se dejó caer entre los huecos de las ramas y columpió su cabeza frente a la de SoonYoung casi rozando su frente no pudo evitar abrir la boca para gritar.

Afortunadamente el grito se quedó atorado en su garganta. Jihoon fue lo suficientemente rápido como tapar su boca y presionar fuertemente con su mano. A sus espaldas, Jihoon se sentía un poco más alto, seguramente estaba parado sobre algunas ramas, la misma presión que hacía sobre boca lo había llevado a recargar su nuca sobre su hombro.

- Cállate, maldición.

A SoonYoung se le erizó la piel. La voz de Jihoon susurrándole en el oído había causado un ligero caos dentro de él. El chico retiró su mano y por fin pudo hablar.

- Creí que los de Xila no maldecían.

- Estamos en una situación de vida o muerte, al diablo los modales.

- ¿Por qué se detienen? - les susurró Seokmin llegando a su lado.

Ellos se giraron de prisa a verlo. Por supuesto, el animal colgado de las ramas se hizo notar también.

- ¡AHHHHHH!

Y seguramente, el reino entero de Giardia había escuchado ese grito.

🐾🐾🐾

- ¡No! ¡No! - rugió Seungcheol.

Ahora se encontraba junto a Cheonsa, esperando cualquier señal de ellos. Estaba ansioso de tener una señal de qué realmente habían escuchado su mensaje, pero no quería una tan ruidosa que revelara su paradero. Por un lado estaba feliz de que realmente lo hubiesen escuchado y por el otro estaban realmente en problemas. No los había visto cruzar por el nido, pero ahora ni eso podría protegerlos, la madre boa había despertado.