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Londres era una ciudad bellamente diversa, con una historia increíble. Su hotel estaba justo en el corazón de Westminster, a solo unas manzanas de las Casas del Parlamento, el Big Ben y el Puente de Westminster. Era el día después de su boda y, a lo mejor, a Jungkook le hubiera encantado haberlo pasado en la cama, pero ya le había prometido a Know que irían a hacer turismo y a hacer algunas compras. Si el ser humano era sincero consigo mismo, hacer turismo no era realmente para él. En su opinión, mirar una foto de algo era tan bueno como ver lo real, solo que mejor, porque tal vez había menos andar involucrado.
Aun así, Know y Taehyung estaban disfrutando, así que mantuvo la boca cerrada y siguió caminando. Tuvo suerte de estar con un hombre lobo y un adolescente porque cada vez que quería tomarse un descanso, todo lo que tenía que hacer era sugerir que se detuvieran en algún sitio y compraran comida.
A diferencia de Jong-in y Hyuna, el suyo no había sido un compromiso largo. De hecho, había sido hacía apenas un par de meses, en la boda de su primo y esposa, donde el licántropo le pidió a Kook que se casara con él.
Al principio, Jungkook se había preguntado si era una reacción instintiva al hecho de que los dos habían sido secuestrados por el grupo de Supremacía Humana durante el verano.
Parecía muy estimulante, pero su relación se había estado moviendo rápidamente desde el momento en que se conocieron.
Pensar en el grupo de Supremacía Humana hizo que el mundano se sintiera frío por dentro. Todavía pensaba en lo que les había sucedido a menudo, aunque nunca se lo diría a su compañero.
Él preferiría mirar hacia el futuro, y su futuro era todo acerca de Taehyung. Para cuando volvieron al hotel, Kook estaba más que dispuesto a pasar el resto del día tomándose las cosas con calma.
—Creo que voy a llamar a mi abuelo—dijo el licántropo una vez que regresaron a su suite.
— ¿Sí?
—Sé que no íbamos a contarle a la gente hasta que volviéramos—comenzó Kim. —Pero me parece mal no haber obtenido la bendición de mi alfa primero.
El ser humano sintió que se derritió un poco.
—Aww, eso es adorable.
El hombre lobo intentó mirarlo, pero sus miradas habían perdido todo el poder sobre su compañero.
—Es una cosa de lobo—continuó—Honestamente, no pensé que me molestaría.
—Llámalo—dijo el ex-Jeon. Mientras se quitaba los zapatos y se dejaba caer en el sofá. —Oye, tal vez él pueda decírselo a tu madre. Dile que sería su regalo de bodas para nosotros.
Las comisuras de la boca de Taehyung se volvieron hacia él mientras negaba con la cabeza ante la línea de pensamiento del contrario. Se sentó junto a su esposo en el sofá y sacó su teléfono del bolsillo. Heesun, la madre del licántropo, aún no se había entusiasmado con el compañero de su hijo. No sabía si era porque era humano, o si solo se debía al hecho de que Kook hablaba demasiado. Aún así, estaba bastante seguro de que no iba a estar feliz cuando le dijeran que se habían escapado y se habían casado.
