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Taehyung miró el reloj en su muñeca. Era una antigüedad que sus abuelos le habían regalado hacía varios cumpleaños. Le habían dicho que había pertenecido a su bisabuelo, pero lo habían cuidado bien.
Rápidamente le entregó las llaves de su auto al mozo y miró hacia atrás a Jong-in. Todavía no estaba seguro de estar haciendo lo correcto, pero si primo estaba tan ansioso y serio.
El alfa estaba bastante orgulloso del hombre en el que se había convertido desde que descubrió que era un padre. Jong-in realmente se había crecido.
-Espero no habérnoslo perdido-dijo el hombre lobo menor mientras se arreglaba la chaqueta y miraba hacia el hotel.
-Se suponía que el premio de Jungkook sería a las nueve y cuarto -le dijo Taehyung. -Creo que llegamos aquí a tiempo.
Los dos primos se dirigieron al hotel y fueron al salón de baile donde se estaba celebrando la ceremonia. No era una habitación grande a diferencia de otras, el alfa había estado en este tipo de cosas en el pasado, pero estaba bien decorada.
Los candelabros emitían una iluminación de tipo romántica. Había alrededor de veinte mesas con seis personas en cada mesa.
Primero vio a Jennie, su pelo largo y oscuro y su vestido rojo que la hacía destacar contra la multitud. A su lado estaba Hyuna con un vestido blanco, y junto a ella estaba Jungkook. Se veía bien con su traje negro, camisa blanca y fina corbata negra. Cuando Taehyung y su primo se acercaron a la mesa, notaron las dos sillas vacías obvias, el alfa pudo ver que su esposo llevaba sus Chuck Taylors. Sonrió porque era tan típicamente Kook.
En el frente de la sala, en un escenario, una mujer daba un discurso de aceptación.
Tanto Jennie como Hyuna, los únicos lobos en la mesa, se volvieron y le dieron una mirada triste.
-Lo siento, llegué tarde-dijo mientras se deslizaba en el asiento vacío al lado del mundano. Este se volvió para mirarlo.
El Kim mayor pudo ver que su compañero parecía cansado. No pudo evitar sentir que él era una gran parte de la razón por la cual lo estaba.
-Está bien-mintió claramente Jungkook. -No te perdiste mucho.
Jong-in se sentó al lado de su esposa y la besó en la mejilla.
-¿Cuándo darán el resultado, Jungkook?
-Hace diez minutos- el ser humano respondió casualmente. -No gané.
- ¿Qué? Mierda-Taehyung maldijo. -Kook, lo siento mucho. Estaba seguro de haber llegado a tiempo.
El mencionado solo se encogió de hombros otra vez.
