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Para cuando Jungkook y Know regresaron al apartamento, el ser humano se sentía mucho mejor con las cosas. Pasar tiempo con su hermano menor tendía a tener ese efecto en él. Era gracioso, teniendo en cuenta que Kook solía odiarlo cuando era un pequeño niño mimado que ensuciaba su habitación.
— Taehyung no está aquí —dijo el adolescente decepcionado. Jeon siguió al niño a la cocina cuando este encontró una nota y se la tendió al mayor.
Tengo algunas cosas de las que necesito ocuparme. Lo explicaré todo más tarde. Te recibo en el hotel. te quiero. Taehyung. Xxx
Jungkook suspiró y dobló el papel.
—Creo que tuvo que trabajar.
Know frunció el ceño y se sentó en la barra del desayuno.
—Las cosas están bien entre ustedes, ¿verdad?
El mundano observó a su hermano pequeño tomar un plátano del frutero y abrirlo. Conociendolo como lo hacía, Jeon sabía que probablemente solo lo estaba comiendo porque estaba allí, más que por el hecho de que realmente estuviera hambriento. En verdad, no sabía cuánto decirle al adolescente sobre lo que había estado pasando entre él y el hombre lobo. La relación fraternal que habían acumulado durante el año pasado todavía era nueva. Dado el hecho de que la madre y el padre del niño se habían separado recientemente, y que pasaba mucho tiempo con Kim y Kook, no quería preocuparlo.
Además, no había nada de qué preocuparse. Las cosas entre él y el licántropo estarían bien. Esperaba como el infierno que no se estuviera mintiendo a sí mismo.
—Sí —dijo Jungkook. —Me siento mal por él, que tiene que trabajar tanto.
El menor asintió y tomó un gran bocado del plátano.
—Entonces, tenemos dos horas para matar. ¿Qué quieres hacer?
Jeon dio una vuelta por el mostrador para que los dos bebieran algo.
—Bueno, podrías contarme más sobre tu noche con Joss.
El adolescente le dio una mirada de complicidad.
—Y Katie y Lance.
—Cierto. Ellos también.
Know negó con la cabeza.
—Amigo, ella es solo una amiga.
— ¿De verdad? — preguntó el mayor, entrecerrando los ojos.
—Ella es una de las mejores en videojuegos de francotiradores —le contestó. —Nuestra amistad estaba destinada a ser.
—Está bien —dijo Jungkook, pensando que no iba a sacarle mucho más al adolescente. Pensó en tomar una ducha y comenzar a prepararse para el resto de la noche, pero, sinceramente, no quería pensar en eso. Había una sensación hueca que venía con eso. Sabía que se suponía que debía sentirse orgulloso, pero no lo estaba, realmente no. Tal vez algún día escribiría un artículo del que estaría orgulloso, que realmente creería que era digno de tal premio. Todo en lo que el artículo le hizo pensar fue en el peor día de su vida.
