Capítulo 2

2.7K 310 179
                                    

Al otro lado de Huesos Burgo, en un pequeño barrio que era el primero en ser tocado por el sol, Willow apreció como esa enorme esfera se asomaba por el horizonte frente a su ventana. La vista era hermosa y espectacular. Sin embargo, ella mantenía una mirada apagada y sin vida.

—Willow.

Su padre, Gilbert, entró a su cuarto tocando la puerta. Ella giro su cabeza hacía el con un débil movimiento de cuello.

El mayor se sorprendió al verla despierta y ya vestida.

—¿Estás lista? ¿Tan pronto? Creí que seguías dormida.

—Hoy quería madrugar. —Contesto la omega, saltando de la ventana de su cuarto hacía el suelo.

—Ah... Ok, cariño... En unos minutos el desayunó estará listo, tú padre y yo te esperamos en el comedor.

—Está bien.

Willow le mostró una sonrisa a su padre, a lo cuál, esté se acercó y beso su frente cómo un beso de buenos días y salió del cuarto.

Sin embargo, la mirada de la chica volvió a caer de nuevo. Odiaba mostrar siempre una sonrisa frente a sus padres. Odiaba siempre mentirles para no preocuparlos y demostrar que "todo estaba bien".

Pero, valía la pena, por ellos, y por su novia. De no haber sido por ella seguramente seguirían viviendo en la miseria.

Una hora después, los tres omegas se sentaron a comer en la mesa. Puede que Willow no lo note, pero sus padres la miraban con preocupación e impaciencia por sus apagados ojos. La pareja recuerda que antes a pesar de no tener buenos recursos era bastante sonriente. Ahora solo mantenía la mirada baja y se alejó de muchas personas que amaba, incluyéndolos.

—Willow, cariño, queremos hablar contigo. —Dijo Harvey, tomando la mano de su esposo con fuerza. Willow subió su mirada hacía ellos, con un pedazo de pan en la boca.

—Cariño, en los últimos años te hemos estado analizando... y sentimos que no estás bien. —Empezo el omega de cabello verde oscuro, apretando los labios.

Willow frunció el ceño con confusión.

—¿A qué se refieren? A mí parecer estamos muy bien —Sonrió la chica. Señaló la mesa llena de comida con sus brazos—. ¡Miren! Tenemos comida y...

—No nos referimos a eso, Willow. Somos tus padres, y sabemos cuándo estás mal. Desde que esa alfa Boscha te reclamó no estás bien.

Willow suspiró, porque sabía a que se estaban refiriendo. De repente sus expresiones cambiaron a unas molestas por este tema que han estado repitiendo en los últimos meses.

—No otra vez...

—Sí, otra vez —Dijo Harvey con la voz dura, mirando seriamente a su hija—. No nos importa el dinero, ni los lujos que tenemos. Nos importas tú y tu bienestar.

—Pues no pensaron en eso cuándo Boscha les ofreció está casa a cambió de mí.

Ante estás palabras, y la manera que se cruzó de brazos y miró a sus padres, las expresiones del moreno se volvieron duras y molestas; se sentía totalmente ofendido, por más qué sabía que su hija tenía razón.

—¿Cómo te atreves...? —Pronuncio lentamente, apretando los dientes.

—¿Cómo te atreves tú? —Contraataco la omega pura, levantando su cuerpo hacía la mesa—. Yo soy feliz, y ustedes también desde que tenemos todo esto. Así qué no sigan más con este tema, porque es una pérdida de tiempo.

Justo en ese momento su teléfono sonó con una alarma que le avisaba que ya iba a ir tarde a la escuela. Cerró los ojos y dio un pequeño respiro antes de levantarse de la mesa.

[•~Amor al cuadrado~•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora