Capítulo 22

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Amity miró con curiosidad el cielo de ese día ciertamente nublado a través de la ventana del auto de Luz, y luego miró a está detenidamente; estaba vestida con una camisa negra, con todos los botones abrochados cuando normalmente tenía sueltos los primeros tres. También notó que no se había puesto su anillo negro y había dejado su cabello ondulado.

Al tener TOC en un nivel bajo podía fijarse en detalles tan pequeños como estos. Muchos podrían creer que era una ventaja, y si lo era, pero padecer esto era realmente un fastidio.

Creyó que esto era parte de su personalidad hasta que Camila le dijo lo contrario cuándo empezó a tomar terapia con ella. Con ella estaba tratando de sanar las muchas heridas emocionales que le dejó su madre y Boscha y los traumas que carga consigo gracias a ellas.

Es difícil, pero está aprendiendo a controlar sus emociones, a superar el abandono de sus padres y aprender a ser más fuerte e independiente, también están trabajando en su autoestima y a valorarse a sí misma.

El camino sería muy largo para superar todo y poder seguir adelante. No tendría la misma vida como las otras chicas de su edad, pero estaría bien, y sana, y eso era lo importante y lo qué más le importaba. Con la ayuda de Luz, de Camila e incluso la de su padre ya está teniendo un pequeño progreso; pequeño pero algo es algo.

—¿A dónde vamos? —Pregunto hacía la morena, la cuál tenía una expresión blanda ese día, como si algo ocurriera y no quisiera contarlo.

Sin embargo, la miró, y le sonrió de manera débil.

—Te llevaré a conocer a alguien muy especial para mí. Pienso que ya es momento.

¿Momento? ¿Momento para qué?

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Luz condujo hasta... un pequeño cementerio al centro de Huesos Burgo.

Cuando bajaron del auto, la omega analizo con detenimiento el lugar, el ambiente frío que transmitía y la miles de almas que sentía pasar por su lado.

Debía admitirlo; estaba muy asustada.

Sin embargo, cuándo Luz tomó su mano, y la llevó a través del pequeño camino de piedra del lugar, sintió un poco de seguridad con su novia a su lado.

Caminaron un poco, hasta que pararon en una tumba en específico.

Luz miró la tumba con una mirada triste, y una sonrisa del mismo tono en sus labios.

—Quise traerte aquí para que conocieras a mí papá... porque hoy es su aniversario de fallecimiento...

Amity abrió los ojos, y miró la tumba frente a ella.

—Siento que no debería estar aquí. —Dijo de manera insegura.

—Oh, no, no —Negó la alfa rápidamente—. Por algo te traje aquí, Amity. Eres mí novia. No ha muchos le cuento esto. Quise traerte aquí porque siento que mereces saberlo y porque me diste le suficiente confianza para decírtelo. —Admitió con total sinceridad, acercando a la chica de nuevo.

Le indicó que se sentará a su lado en la tierra, y con está misma dibujo un glifo del cuál surgieron una hermosas flores blancas. Junto a Amity tomó la flores, y juntas intercambiaron las viejas por las nuevas, también quitaron un poco de la hierba que empezaba a cubrir la lápida.

La alfa se volvió a acercar a la peli lila, y recostó su cabeza en su hombro.

—Hola, papá —Empezó, sonriendo de manera débil y ciertamente cansada—. No me debes escuchar pero, son las Islas Hirvientes, todo se puede esperar —Rio un poco—. Quería presentarte a mí novia, ¡Mí primera novia! —Volvió a reír, tomando la cintura de Amity.

[•~Amor al cuadrado~•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora