08.

2.9K 329 21
                                    




ENTONCES... ¿ESTA MUJER TIENE LA CAPACIDAD DE LLEVARLOS HASTA DONDE SU FAMILIA?

Si. —asintió Niklaus viendo la espalda de su rubia mientras esta veía unas cosas en la mesa.

—¿Y tú quieres que yo vaya contigo? —volvió a preguntar ordenando los pinceles del rubio en su respectivos vasos.

—Si, amor. —volvió a asentir el híbrido.

Alysa se quedó unos segundos en silencio, apoyo sus manos en la mesa y por primera vez elevó su cabeza encontrándose las puertas del balcón abierto, por lo que se alejó de la mesa para poder ver la ciudad en medio de la tarde.

Llevaban conversando horas y horas, desde que soltaron su abrazo habían emprendido camino hasta el estudio del híbrido y mientras este explicaba todas sus dudas, y le contaba acerca de su plan, Alysa veía sus pinturas ocultas o a medio terminar.

Niklaus se acercó con cautela hasta posicionarse a su lado en silencio, viendo el perfil de su novia mientras esta mantenía su mirada fija en el horizonte.

—Es muy bonito que quieras llevarme contigo a ver a tu familia. —inició la rubia colocando sus manos en el barandal, bajando su cabeza para ver estas.— Pero... no puedo renunciar a mi vida tan... de repente.

—Lo sé. —murmuró dolido el rubio.— Aunque podría hacerte tu propio negocio allá, serías la reina de la ciudad.

Alysa rió mientras negaba.— No estamos hablando de mudarnos a otro país, Nik. Es... prácticamente otro mundo.

—Podemos llevarnos a tus padres y a tu hermana. —volvió a hablar un tanto desesperado al sentir a su rubia alejarse de él, irónico pues estaba de pie a su lado.— A todos en el círculo, les daré el mejor lugar para estar allá.

—Nik... —susurró la rubia mirando sus ojos brillantes y con cuidado llevó su mano hasta la mejilla del híbrido.

Niklaus al sentir su suave tacto cerró sus ojos inclinando su cabeza hacía su mano, mientras una lágrima traicionera caía por su rostro hasta el suelo. La rubia se acercó un paso más colocando su mano restante en la otra mejilla del sobrenatural, haciendo que este abra nuevamente sus ojos viendo más de cerca a su rubia.

—Tampoco puedo pedirles que renuncien a sus vidas. —susurró delicadamente mientras movía sus dedos acariciando su piel.

Niklaus, al oír aquello, suspiró derrotado bajando su cabeza sin ideas para tener a su novia consigo.

—Hey... oye. —llamó suavemente y elevó la cabeza del contrario hasta que este observó sus ojos azules mirándolo con amor, con cariño.— No pienses que te dejaré por esto. Estaré contigo hasta el final de la línea.

El híbrido sonrió mientras soltaba una corta risa nasal.

—¿Los Vengadores? —preguntó viendo la mueca culpable de la rubia con una sonrisa.

—Sabes lo que significan para mí. —dijo ella viendo el asentimiento del original.— Así como tú significas mucho para mí, Nik.

Y el híbrido solamente pudo cortar su distancia con ella para envolver su cintura con sus brazos y besar sus labios de forma desesperada, siendo inmediatamente correspondido por la rubia quien abandonó sus mejillas para tomarlo de la nuca.

Ambos se olvidaron por completo que estaban en aquel balcón hasta que Niklaus sintió la inmensa necesidad de despojarla de sus ropas, por lo que con la adrenalina corriendo por sus venas la elevó entre sus brazos y entró nuevamente a su estudio.

Ahí lamento no tener una cómoda cama, pero si tenía un cómodo sofá donde dejo con delicadeza a su chica y donde pasaron una agradable tarde juntos, dejando atrás todos sus problemas.

AFTERLIFE - Klaus Mikaelson. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora