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QUERIDO ERWIN,⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀ capítulo cinco — culparía a fritz en la playa
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Si tuviera que hacer una clasificación taxonómica de Erwin Smith, sería: a) Reino: Animalia⠀⠀⠀⠀⠀⠀ b) Filo: Chordata⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ c) Clase: 5-C⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ d) Orden: Primate⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ e) Familia: Sus raros amigos f) Género: Homo⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ g) Especie: Muy entrañable⠀
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«Por favor, estudiantes, formar detrás de las instalaciones de la preparatoria», se escuchó la voz del coordinador a través del micrófono, encima de la tarima, frente a los estudiantes y representantes.
—¿Pero cómo financiaron tan costoso viaje para todos los estudiantes? —una madre preocupada, cuestionó a su hija a lo lejos.
—Escuché que fue el Rey Fritz —contestó esta.
—¡Lo adoro! —opinó la amiga con una emoción alarmante, a lo que la madre curvó una expresión de desagrado.
Igual a la de Levi a unos metros, vistiendo una camisa holgada negra con el logotipo de Ricky and Morty y pescadores marrón claro, que enseñaba su pálidas piernas, siendo sujetado de los hombros por su tío, el cual insistió en despedirlo, en vez de su ocupada mamá.
Y tenía que respirar el mismo aire que esa chica...
—Bueno enano, es hora de que te vayas —palmeó vigoroso la espalda de su sobrino.
Y que él...
Kenny sabía que el menor odiaba aquel tipo de experiencias, mas gozaba de verlo mal humorado, así que a propósito intervino para convencer a su hermana de mandar a Levi al viaje escolar. Ahora, ¿Por qué el pelinegro terminó aceptando? Bueno, el trato era que si él iba, el mayor conseguiría trabajo, entonces la balanza del chico pesó más por el lado de que el culo borracho de su tío trabaje.
—Deja de llamarme enano —se quejó serio, apartándose brusco del toque de Kenny.
—Pronto, enano —el hombre revolvió el cabello ajeno, dejando escapar una risita maliciosa y sus dientes afilados y barba le hicieron creer que se trataba del mismo Diablo.
Molesto, el pelinegro apartó la mano de su cabeza con el dedo pulgar e índice, como si la anatomía ajena le causara repulsión, para luego, sin decir nada, retirarse en dirección a la parte trasera de la escuela refunfuñando. El chico podría hacerse pasar por un viejo cascarrabias fácilmente. El cielo paracía estar despejado aprobando el viaje, el sol costero todavía no era sofocante gracias a la madrugada y como siempre las cigarras se encargaron de rellenar los silencios.