Forjado por la muerte

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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

"Bien, estoy listo"

Se levantó de la piedra donde había estado meditando durante seis horas, y Bellion le vio con curiosidad mientras se acercaba a él.

-¿Y dónde irás ahora? -preguntó el mariscal intrigado por lo que su señor tenía en mente.

-Seguiré los pasos de los mestizos hasta dar con ellos y con Thalia -contestó Goku con una sonrisa- Luego ya haré eso que te comenté...

Bellion le había hablado acerca del rapto de Artemisa y de cómo el campamento envió a un grupo para liberarla en el monte Tamalpais.

También le contó que Thalia se cansó de los dioses y se unió a Luke. Sonrió por eso ya que él tampoco era forofo de los dioses olímpicos.

Eso facilitaba muchas cosas.

Y todo parecía indicar que tanto los mestizos como Thalia y Luke se encontrarían en el monte Tamalpais, por eso se dirigiría hasta el lugar.

-Oh, así que harás eso... ¿Quieres que empiece ya? -le preguntó Bellion recordando lo que Goku le comentó acerca de ayudar a los semidioses.

A los mestizos abandonados.

Y también a los del mundo en general.

Esa era una de sus metas.

-Sí, me gustaría... ¿cuánto tardarás en hacerlo más o menos? -inquirió Goku con la mano en la barbilla, necesitaba tener pronto aquel dato.

-En una semana estará listo -profirió Bellion mirándole y la sonrisa en el rostro de Goku se hizo más grande- Haré mi mejor esfuerzo.

-Lo sé, gracias por todo Bellion -habló el chico agradeciéndole con una sonrisa- Bien, supongo que ya es hora de irme... ¡hasta pronto Bellion!

El chico estuvo a punto de marcharse pero de repente retrocedió lentamente y se giró hacia el comandante mientras se rascaba la mejilla.

-Antes de nada Bellion... ¿me podrías decir dónde se encuentra ese monte? -preguntó Goku rascando su nuca riéndose nerviosamente.

El mariscal casi se cae de espaldas, aunque su señor hubiera madurado en bastantes aspectos esa ingenuidad suya seguía persistiendo en él.

Era algo natural de Goku.

Bellion hizo un círculo mágico y de repente una bruma negra se formó en el lugar, Goku abrió sus ojos en cuanto la bruma oscura desapareció...

-¡Hey, eres tú! Jajaja, ha pasado mucho tiempo -exclamó el azabache al ver al caballo negro que le sacó del laberinto de Dédalo aquella noche.

Jamás pensó que lo volvería a ver.

Pero a diferencia de esa vez el caballo estaba envuelto en sombras con líneas violáceas, color que también poseían sus cuatro ojos brillantes.

-Vaya, veo que te cae bien, en cuanto sentí tu presencia en este mundo lo envié para buscarte -agregó Bellion mirando a Goku quien sonrió.

-Entonces debo agradecerte de nuevo, estaba perdido y este caballo me ayudó a encontrar la salida -respondió Goku acariciando al caballo.

Y el caballo respondió a gusto.

-Le perteneció a mi antiguo señor, junto a él cabalgaba rumbo al campo de batalla y salía vencedor... -profirió Bellion con nostalgia.