Forjado por la muerte

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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

Goku se hallaba bajo la sombra de un árbol mientras su cabello era movido por una suave brisa. Thalia le acompañaba sentada a su lado.

"No entiendo porqué razón siento algo extraño en este árbol jejeje, aunque en verdad las vistas desde aquí son espectaculares"- pensó el joven sonriendo mirando a su vez el horizonte.

La hija de Zeus le había llevado a una colina, que según ella se llamaba "colina mestiza", para hablarle a Goku sobre un par de asuntos.

-Oye Thalia, ¿por qué hay dioses que no reconocen a sus hijos? -preguntó él intrigado ya que hasta ahora Thalia no le había dado una respuesta clara a la pregunta que había hecho.

Thalia le miró y suspiró, ese no era el tema que más prefería para iniciar una conversación pero al ser Goku un nuevo campista debía ponerle al corriente de la situación de ahí cuanto antes.

-Los dioses están muy ocupados como para prestar atención a todos sus hijos -le respondió Thalia mirando al horizonte- Ellos tienen miles de ocupaciones, por algo son dioses Goku.

Goku no lo entendió demasiado bien. Para él eso de ser un dios sonaba muy aburrido, prefería vivir aventuras luchando contra poderosos sujetos.

Pero, ¿por qué razón no podían estar con sus hijos? El pelinegro no lo entendía, pero en estos momentos otra duda circulaba por su mente.

-¿Alguna vez has visto a tu padre? -el azabache con curiosidad y Thalia negó- ¿Uh? -preguntó con duda. Entonces ella tampoco le había visto.

-A pesar de saber quién es nunca le he visto en persona, él me reconoció cuando llegué al campamento -respondió Thalia con mentira.

Ella jamás llegó al campamento mestizo con vida, un desafortunado suceso impidió que su llegada al campamento mestizo tuviera lugar.

Todo terminó con ella falleciendo a manos de un monstruo para proteger a Annabeth, Grover y Luke y que estos pudieran llegar al campamento sanos y salvos. Se sacrificó por sus amigos.

Zeus "tuvo misericordia" de ella y le convirtió en un pino que ella protegiese con magia las zonas limítrofes del campamento de cualquier posible ataque, dando lugar a la llamada "colina mestiza", donde ambos se encontraban ahora.

Ese gesto desencadenó cierto malestar en Thalia ya que su padre pudo haberlo evitado, pero sin duda el más afectado fue Luke.

Desde entonces Luke empezó a mostrar un odio muy desenfrenado al hecho de que los mestizos sólo fuesen meros peones de los dioses, hasta que un año y un par de meses atrás, desertó.

Por eso Thalia no quería decirle lo sucedido aquel día, temía que a Goku le pasase lo mismo que a Luke y otros campistas que se iban porque no querían seguir bajo el mandato de los injustos dioses, que llevaban tres mil años gobernando.

Aunque viendo la inocencia e ingenuidad que mostraba el chico, dudaba que sucediera. Pero bueno, si podía evitarlo sería más que mejor.

-Oh eso es bueno, ¿dime tu padre debe ser muy fuerte no? Artemisa me dijo ayer que él era el rey de los dioses -preguntó Goku algo ansioso.

Thalia le vio con bastante incredulidad ante aquellas palabras, ¿Quién en su sano juicio tendría la osadía de querer desafiar al mismisismo Zeus, dios de los dioses?

Aparte de Luke claro, quien estaba formando un ejército de monstruos mientras preparaba el resurgir de Cronos el señor de los titanes.

"¿Qué tan fuerte es Goku como para preguntarme algo así?"- se preguntó ella.