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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

"Esto no pinta bien..."

Una mujer susurró viendo una hoguera, ella era pelinegra de ojos azules y belleza increíble que vestía una túnica blanca con unas sandalias.

Ella era Hestia, diosa del hogar y la familia, primera hija de Cronos y quien velaba por el fuego sagrado del Olimpo desde hacía varios milenios.

Hestia había visto todo desde la salida de aquel muchacho desde la cueva y su charla con Artemisa, su sobrina, hace un par de horas.

Hestia había oído de la profecía de Apolo y se sentía consternada por lo que podría pasar, ahora que su familia estaba "más tranquila" no deseaba que nadie perturbara esa frágil paz que había.

Ya era bastante que Zeus, Hades y Poseidón discutieran por ser el favorito de Rea, pero a esa discusión se le añadió el hecho de que el Master Bolt de Zeus fue robado hace casi dos años.

Aquel robo tuvo lugar en el solsticio de invierno cuando los dioses se reunían en el Olimpo, días después de la reunión Zeus se dio cuenta de que su rayo no estaba y que seguro fue robado.

Sin pensárselo dos veces Zeus acusó a su hermano Poseidón de haber sido el culpable del robo alegando como motivo la predisposición del dios de los mares a destronarle como soberano.

Tanto el cielo como el mar estuvieron en conflicto, una contienda que se agudizó cuando se supo de la noticia que Poseidón tenía un hijo semidiós cuyo nombre era Perseo Jackson.

La noticia sacudió tanto a Zeus como Hades, el dios de los muertos, dado que juraron años antes que ninguno volvería a concebir hijos semidioses.

Zeus trató de inculpar a Percy de todas las maneras posibles pero éste, tras emprender una búsqueda junto a Annabeth Chase y Grover Underwood, consiguieron recuperar el rayo.

Pero si algo quedaba claro es que el señor de los titanes Cronos se estaba despertado, Zeus todavía no había tomado medidas al respecto pero no se negaría el hecho de que su padre, y sucesor de Urano, iba a volver tarde o temprano.

Pero ahora con la profecía de Apolo las cosas parecían agitarse muchísimo más de lo previsto, aquello le confundía enormemente a Hestia.

-Son Goku, ¿quién eres realmente? -se preguntó Hestia, teniendo la duda de cuál de sus hermanos o sobrinos habría engendrado al semidiós que, al parecer les iba a destronar según la profecía.

Hestia no solia involucrarse en los asuntos diplomáticos del Olimpo pero este hecho en particular le preocupaba, ella como diosa del hogar velaba por su familia en todo momento.

"Tranquila tía Hess"

Hestia giró ligeramente la cabeza viendo a un muchacho de pelo rubio con tintes rojizos que vestía una cazadora junto a unos vaqueros.

El muchacho debía rondar la veintena de años a juzgar por su apariencia, pero al ser un dios y prácticamente inmortal, no era algo tan crucial.

Apolo era su nombre, dios del sol, la música, la profecía, la curación y la poesía... y entre otras muchas cosas el hermano mellizo de Artemisa.

-Es la primera vez que veo a Arts charlando con un chico sin tratar de convertirle en un Jackalope, mi pequeña hermana me llena de orgullo -profirió Apolo fingiendo una lágrima en su ojo derecho.

Forjado por la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora