~- Cap 11 -~

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Maratón 4/4




Hasta la almohada en que
duermo tiene lástima de mi;
de ver como grito y lloro,
cuando me acuerdo de ti.

Ciertos acontecimientos dejaron a Jimin totalmente fuera de si. Había pasado ya dos semanas y no podía quitarse de la mente que Jin también esté en esos negocios sucios, ya que la pelea que tuvo con Ghost Bunny fue una de esas peleas ilegales. Las apuestas y los narcotraficantes era lo que sobraba en el sótano de aquel edificio.

Era la quinta vez que suspiraba y se reventaba la cabeza de tanto pensar, así que decidió levantarse de su cómoda cama y vestirse para visitar algún lugar, talvez solo se pondría a hacer ejercicios o repasaría los nuevos pasos que aprendió en sus clases de danza.

Lo pensó y se decidió por hacer ejercicios.

Se puso un buzo negro, una camiseta blanca y salió rumbo al gimnasio que le brindaba la mansión en la que vivía.

Se propuso hacer planchas y barras de pie. Luego de dos horas de ejercicios, por fin dio por finalizada su rutina. Las gotas de sudor caían por su nuca y se perdían en la toalla blanca en sus hombros.

Llegó a la cocina y bebió un vaso de agua. Regresaba a su habitación a tomarse una ducha, pero cuando estaba a mitad de las escaleras, la puerta de entrada se abrió.

Jimin se puso alerta, pero cuando giró y vio de quien se trataba, su corazón pudo volver a latir normal.

—Bienvenidos, padre y madre. Espero que su viaje haya sido exitoso. —bajó las escaleras e hizo una reverencia cuando se encontró frente a sus padres.

—Hola, hijo. No hace falta explicarlo, tú y Dahyun conocerán los detalles mañana. — Jimin asintió sabiendo que siempre era así, así que se dispuso a subir a su habitacion pero antes de que pudiera dar la vuelta, su padre se apresuró a hablar de nuevo —El señor Jung nos acompañará el día de hoy en el almuerzo. Vendrá aquí, pero no estará solo, sus hijos lo acompañarán, y al parecer un invitado anónimo también. —informó.

Jimin se sorprendió, pero aún así no cambió la mirada neutra y el rostro serio que mantuvo desde que su padre comenzó a hablar.

—Creo saber cuál será mi rol en este almuerzo, ¿verdad, padre?. —preguntó incrédulo

—Con Dahyun no tengo ningún problema o comentario respecto a su comportamiento, ella siempre supo lo que es correcto e incorrecto. Pero contigo... Te vestirás y comportarás adecuadamente. No quiero ningún comentario sarcástico ni mucho menos alguna bromita. El señor Jung notaría fácilmente tu disgusto por el matrimonio. Es un detective, así que no se le escapa nada.

—Cariño... Cálmate, nuestro hijo siempre supo comportarse. —intervino Hyun-ah antes de empezar una discusión —Jimin, ve a alistarte, cariño. Que sea el apropiado ya que no tenemos conocimiento de cómo será este invitado anónimo. Y avisa a Dahyun que este preparada para recibir a los invitados—dirigió a su hijo una mirada de súplica ya que sabía que Jimin resultaba rebelde algunas veces.

—Comprendo, madre. Iré a alistarme. Con su permiso — hizo nuevamente una reverencia y subió las escaleras con el enojo brotando por sus poros.

Caminó por el extenso pasillo pero en lugar de entrar en su habitación, decidió ir a la de Dahyun. Probablemente estaría durmiendo ya que se quedó hasta la madrugada por una serie que la enamoró.

Golpeó la puerta, pero no recibió respuesta, así que giró la perilla de la puerta, empujó y se adentro a la pulcra habitación de Dahyun.

Como lo imaginó, la rubia dormía envuelta en las sábanas de seda rosa. Jimin soltó una pequeña risa y en lugar de llamarla se decidió por abrir las cortinas para que la luz de sol entrara directo en el pálido rostro de Dahyun. Pasaba por el lado de un librero, directo a las cortinas, pero se detuvo al ver unos cuadros que llamaron su atención.

Jardín De Estrellas (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora