~- Cap 19 -~

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Pov Jimin:

¿Que si la vida te da limones, haz limonada?

No, para mi esa frase es una total estupidez. Si la vida me diera limones yo los usaría para acompañar otras cosas o simplemente sacaría un arma y seguiría matando como tanto me gusta.

Y en este momento me sentía así, sentía que la vida se estaba burlando en mi cara al mandarme unos limones tan podridos. Pero no podía rendirme, le demostraría a la vida que me importa una mierda si no comía o no dormía, lo único que me importaba ahora era matar al idiota que me secuestró, salir de este lugar, regresar con los únicos que me importan y seguir adornando frentes con hermosas balas .

¿Y por qué no echarle la culpa al destino?

Ja. Una vez mi padre me dijo una frase que nunca olvidaré pues es mi favorita y describe perfectamente todo lo que sucede.

El destino es sólo una excusa para los inútiles que no saben que hacer con sus tristes, miserables e inservibles vidas.

Me encuentro ahora sentado al borde de la enorme cama mientras mis ojos están fijos en la bandeja llena de comida que está sobre el velador. Salí de mi pequeño trance y el rencor me envolvió en cuanto la calma abandonó mi cuerpo a la velocidad de la luz.

Miré el reloj a un lado de la cama y me di cuenta que pasé una hora hundido en mis pensamientos. Siempre pasaba así, cuando empezaba a recordar algo o analizaba ciertos sucesos, mi mente se nublaba y me quedaba como si soñar a despierto.

Suspiré y rápidamente empecé a comer lo que había en la bandeja. Podría dejar la comida de lado y seguir analizando mi actual situación, pero tenía menos de una hora para alistarme pues el señor bipolar  dijo que vendría a las cuatro de la tarde y por como en la mañana estuvo exactamente a las once de la mañana, sabía que no debía retrasarme.

Cuando sentí mi estómago lleno, dejé lo que sobraba y empecé a caminar directo al closet donde ya estaba mi ropa doblada y guardada correctamente. Supe que lo había hecho una sirvienta pues esa misma muchacha me había traído el almuerzo ya que la señora Kang no estaba por un asunto importante que obviamente no sabía.

Busqué con mis ojos algo que combinara bien y solo pude asertar a un pantalón buzo negro con rayas blancas a los laterales y una camiseta azul que también se veía grande.

«Vaya, parece que don mascarita no es tan inteligente como parece. Y yo que lo idolatraba por verse como un maldito profesor de educación física. Sentía que con una mirada podría tener el mejor orgasmo de mi vida pero... ¿En serio te dio camisetas tres tallas más grande que tú?. Es un hijo de pe...»

—Yo!!!… — interrumpí antes de volveme loco con esa irritante voz de mi cabeza que parece tener vida propia — Yo creo que le gusta verme con camisetas mas grandes. Eso es una ventaja, ¿no?.

«Solo si quieres que te folle cuando tengas puesto solo una camiseta que te queda como vestido»

Abrí los ojos y una sonrisa se plantó en mi rostro cuando una idea cruzó mi mente.

—Tienes razón, PeuPeu, tienes toda la razón.

«¿La tengo?»

—Puedo adelantar un poco el plan. — asentí con la cabeza mientras mis ojos revolotean por todo el closet —Eres un genio, PeuPeu

«¿Lo soy?»

—Él tiene una debilidad. Tengo que encontrar cuál es esa debilidad y usarla a mi favor para tenerlo ante mis pies.

«Eres bueno con las armas de todo tipo. Que digo bueno, eres perfecto para eso. Podrías fingir que no sabes y cuando tengas oportunidad, te restriegas contra él como animal en celo. Noté que le gusta tu culo, que digo le gusta, le encanta. ¿No sentiste el gran bulto que se le formó con solo unos roces? Debe de haber una gran polla entre sus piernas»

Jardín De Estrellas (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora