Pov Jimin:
Muchas veces maldije por tener tan mala suerte cuando en realidad nada fue coincidencia.
No me había puesto a pensar en mi pasado ni muchos menos quería llenarme de tristeza con recuerdos que jamás volverán, talvez debí hacerlo al menos una vez aunque eso implicara llorar o gritar.
Debí despedirme de Dahyun cuando la vi por última vez, debí darle un último abrazo a Taehyung cuando lo vi alejarse tomando la mano de mi amiga. Pude hacer muchas cosas y sin embargo esperé un momento como el de ahora para poder ver lo importantes que son para mí.
Necesitaba sentir el frío de la cadena de plata envuelta en mi tobillo para razonar sobre cuan frías fueron las palabras que alguna vez solté en momentos de furia. Necesitaba abrazar mis piernas para sentir la ausencia de los cálidos abrazos que me brindaban mis mejore amigos. Necesitaba tener los labios resecos para saber cuanta falta me hacía un beso de él.
¿Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde?. Eso no es cierto. Yo sabía lo que tenía, sabía lo valiosos que eran para mí, sin embargo me confié en que no los perdería. Me confié y decidí guardar mis sentimientos en lo más profundo de mi para poder congelar mi corazón.
No pude probar un bocado de comida ya que parecía que si abría la boca me largaría a llorar como un bebé llamando a su mamá. No se cuanto tiempo dormí desde que Ghost Bunny se fue dejándome a Jungkook en la mente.
Por favor, no es mi mente la que me tortura, es el corazón. Este maldito corazón que no lo dejó de amar. Cada segundo desde su partida solo sentía como aquella flor dentro de mí se marchitaba hasta morir, hasta que él regresó y me plantó una rosa, una rosa que era como ningúna, una rosa negra.
Las espinas me estaban rasguñando el corazón, esta rosa crece a cada hora y siento como una nuevas empiezan a florecer. Necesito tenerlo cerca para que me las arranque y me devuelva la hermosa flor que tenía.
Solo quiero ser feliz, ¿eso es demasiada ambición?
Mis pensamientos fueron interrumpidos con el sonido de la puerta siendo abierta y cerrada lentamente. Supuse que era la señora Kang trayendo mi almuerzo, pero deseché esa idea cuando en lugar de escuchar el clásico picoteo de los tacones, escuché el de unos zapatos de vestir. Aquellos pasos decididos se acercaron lentamente hasta quedar cerca de la cama y de repente sentí como una profunda mirada me apuñalaba la espalda. No me moví, me quedé envuelto entre las sábanas de seda, hechado de lado tratando de ocultar el dolor de mis ojos.
Pasaron varios minutos y no entendía la razón por la que la persona detrás mío no hacía ningún ruido, tan solo estaba el silencio sepulcral y algunos pasos a la lejanía. Debatía entre sí voltear o quedarme en la misma posición.
Al parecer tomé una buena decisión quedándome quieto.
—Hola, muñequita...
Esa voz, aquella voz que me persiguió en mi reciente sueño, él estaba detrás de mí. La piel de mi nuca se erizó y sentí como si una sandia estuviera atascada en mi garganta. Creí que eran ganas de llorar, pero no podía sentir nada más que rencor hacia el hombre que me secuestró.
No me moví, quería que creyera que estaba dormido y que se fuera de una vez. Mi plan para salir de este lugar aún no está terminado. Aunque este hombre es demasiado predecible no puedo confiarme.
—Sé que estas despierto —¿tan obvio fui? —. Puedo sentir tus latidos, puedo escuchar las voces de tu mente, no puedes engañarme — sentí como la cama se hundía detrás mío y me sobresalté cuando unos brazos me rodearon la cintura — De ahora en adelante estaremos conectados y cada cosa que pienses o imagines yo lo sabré como si fuéramos solo uno. — su cálido aliento chocó en mi cuello y un escalofrío me recorrió completo ante aquella sensación. —Mírame. —ordenó.
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Jardín De Estrellas (Kookmin)
RomanceUn recuerdo... Que se disuelve como el aire. Una promesa... Fácil de romper, como si fuera un pedazo de cristal. Un amor... Que dejó ir como un ave que abrió las alas. Un corazón roto, tratando de recuperar su otra mitad. Dos personas, que luchará...