02.

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Mantuve mis ojos en los suyos.

— Yo te maté, te vi morir. — apretó su mandíbula y quitó su mano de la funda de su arma. — ¿Cómo es que sigues aquí? — me quedé en silencio.

Toda la comunidad seguía conmocionada por nuestra llegada.

— ¿Ella es tu aliada? — volvió a decir, entrecerró los ojos y señaló a Charlotte. — Es solo una niña.

Observé los ojos de Rick. Los pasó por mi rostro, buscando alguna reacción, mas no encontró nada. 

— ¿Cómo puede esto ser posible? — murmuró y pasó una mano por su cabello.— Llévenlas adentro. — hizo una seña con su mano. — Reúne al Consejo.— ordenó.— Y lleva a la niña ante ellos.— fruncí mi ceño.

— No, no.— negué. — ¿Qué es el Consejo? — me tomaron por los brazos y me pusieron de pie.— Rick.— comenzó a caminar hacia una de las casas. — ¡Rick! ¡Qué es el Consejo!

— Silencio y camina.— apretaron mi brazo, obligándome a avanzar.

Où m'emmènent-ils ? (¿A dónde están llevándome? — escuché la voz desesperada de Charlie y vi que la conducían a una especie de edificio. — ¡Max!

Empecé a pelear contra la fuerza de los hombres.

— Deja de moverte, maldición.

— ¿Qué es el Consejo? — me solté del agarre de uno de los hombres y me abalancé sobre el otro, dejándolo en el suelo y tomé su rostro con mi mano.— ¡Dime! ¡Qué es el Consejo!

— ¡Quítamela de encima!

— ¡Dímelo! — fruncí el ceño.— ¿Qué le harán?

Aumenté el agarre inconscientemente al escuchar un disparo al aire.

— Basta.— Rick me miró con el ceño fruncido.— Suéltalo.— me apuntó.

Apreté mi mandíbula con fuerza, volviendo a ser tomada por los brazos por el otro hombre, mientras el que había atacado seguía en el suelo, recuperando su respiración.

— ¿Qué van a hacerle? — pregunté. — Es solo una niña.

— Exacto. — asintió serio.— No sé qué hace con alguien como tú. — soltó con molestia.— Pero su futuro será decidido por los nuestros. 

Rick. — la atención del líder fue al hombre que le habló desde aquel edificio y yo me resigné a bajar un poco la cabeza. — Está todo listo para empezar.

— Bien, que comiencen, voy en un momento. — se acuclilló y levantó mi rostro con su mano, tomándolo con brusquedad. — Habrá una votación para saber si ella puede quedarse...—

— Se llama Charlotte. — hablé. — Y no puedes dejarla para que muera.

— Eso no lo decides tú. — negó lentamente. — Para ti, en cambio, votarán para saber qué hacer contigo. 

— Solo déjame fuera de los muros. — dejó ir su agarre y se puso de pie. — A mi suerte, con mil caminantes rodeándome si lo deseas.

— Llévenla al ayuntamiento, será juzgada. — me levantaron.

Mis ojos analizaron la cabaña de madera a la que me llevaban, era amplia y las personas se amontonaron fuera de ella, y se abrían paso para que ambos hombres caminaran.

— Ojalá te hagan pagar por todo lo que hiciste.— uno de ellos amarró mis manos por delante y revisó mi cuerpo en busca de armas, encontrando una en mi bota y otra en mi cinturón. Hizo una mueca al ver la sangre que aún la manchaba.— Esto sigue fresco. — me miró y no hice ningún gesto.

𝐑𝐄𝐓𝐔𝐑𝐍 || 𝚁𝚒𝚌𝚔 𝙶𝚛𝚒𝚖𝚎𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora