Apenas dormí. Entre que me había ido a la cama tan tarde y toda la emoción de lo que se avecinaba, era imposible. Me acurruqué junto a Lena, y su calidez me reconfortó. La echaría muchísimo de menos cuando se fuera, pero al menos la perspectiva de que en un futuro viniera a vivir allí, conmigo, me hacía sentir ilusionado.
Me pregunté quién se iría aquel mismo día. No me parecía de buena educación preguntarlo, así que no lo hice, pero yo habría dicho que sería Hyunjin.
Jungwon y Hanbin eran muy populares entre el público -más que yo- y Sunoo y Renjun tenían contactos. Yo contaba con el afecto de Jake, y eso dejaba a Hyunjin en clara desventaja. Me sentí mal, porque en realidad no tenía nada en contra de él.
En cualquier caso, si tuviera que decidir yo, sería Sunoo el expulsado. Jake me había dicho que deseaba que me sintiera cómodo, así que tal vez lo echara, sabiendo lo poco que me gustaba.
Suspiré, pensando en todo lo que había dicho la noche anterior. Nunca me habría imaginado que aquello fuera posible. ¿Cómo podía ser que yo, Park Sunghoon -un Cinco, un chico del montón-, me convirtiera en la pareja del Príncipe Jake, un Uno, el Uno? ¿Cómo había podido llegar a tal situación, después de dos años resignado a vivir convertido en un Seis?
Sentí una sacudida en el fondo de mi corazón. ¿Cómo se lo explicaría a Heeseung? ¿Cómo le iba a decir que Jake me había escogido y que quería quedarme con él? ¿Me odiaría? Solo de pensarlo me entraban ganas de llorar. Pasara lo que pasara, no quería perder su amistad. No podía.
Mis donceles no llamaron a la puerta para entrar, lo cual era algo habitual. Siempre intentaban que descansara todo lo posible, y después de la fiesta lo necesitaba. Pero en lugar de ponerse a arreglar mis cosas, Baekhyun rodeó la cama, fue hacia Lena y la despertó con una suave caricia en el hombro.
Me di la vuelta y vi que Wooyoung y Niki llevaban algo colgado de una percha, con una funda por encima. ¿Un traje nuevo?
-Señorita Lena -susurró Baek-, es hora de levantarse.
Lena se despertó poco a poco.
-¿No puedo seguir durmiendo?
-No -respondió Baek, con tono de disculpa-. Esta mañana hay un asunto importante. Tiene que ir enseguida con sus padres.
-¿Un asunto importante? -pregunté-. ¿Qué pasa?
Baek miró a Wooyoung, y yo seguí su mirada con los ojos. Wooyoung sacudió la cabeza, poniendo fin a la conversación.
Confuso pero esperanzado, me levanté de la cama y animé a Lena a que también se levantara. Antes de que se fuera a la habitación de papá y mamá le di un gran abrazo. Cuando se fue, me giré hacia mis donceles.
-¿Me lo pueden explicar, ahora que se ha ido? -le pregunté a Wooyoung. El meneó la cabeza. Frustrado, solté un bufido-. ¿Y si les ordeno que me lo cuenten?
El me miró con aire solemne.
-Nuestras órdenes proceden de mucho más arriba. Tendrá que esperar.
Me quedé allí de pie, junto a la puerta del baño, observándolos mientras se movían. A Niki le temblaban las manos mientras echaba puñados de pétalos de rosa en la bañera. Baekhyun tenía el ceño fruncido mientras iba colocando las cosas para el pelo sobre la mesa. Niki a veces temblaba sin motivo, y Baek solía hacer aquella mueca cuando estaba concentrado. Fue la mirada de Wooyoung la que me asustó.
El siempre mantenía la compostura, incluso en las situaciones más duras o temibles, pero esta vez tenía la mirada perdida y los hombros caídos, como si estuviera realmente preocupado. De vez en cuando se paraba y se frotaba la frente, como si así pudiera aliviar la tensión de su rostro. Lo miré mientras sacaba mi traje de la bolsa. Era sobrio, sencillo... y negro. Me quedé mirando el vestido y supe que solo podía significar una cosa.
ESTÁS LEYENDO
La Élite
FanfictionSunghoon todavía no está seguro de hacia dónde se inclina su corazón. Cuando está con Jake, se ve envuelto en un romance nuevo y que lo deja sin aliento, y ni siquiera puede imaginar estar con nadie más. Pero cuando ve a Heeseung en los alrededores...