-No, no -respondió la reina Wendy, entre risas-. Solo tuve tres damas de
honor, aunque la madre de Jaehyun sugirió que debería tener más. Yo solo quería a mis dos hermanas y a mi mejor amiga, que, casualmente, había conocido durante la Selección.Eché un vistazo a Jungwon, y me alegré al ver que él también me estaba mirando. Antes de llegar al palacio, suponía que aquello sería una competición tan dura que no habría ocasión para trabar amistades. Sin embargo, él se me abrió desde el primer momento, y desde entonces nos habíamos apoyado mutuamente en todo. Salvo en una única ocasión, no habíamos discutido por nada.
Unas semanas atrás, Jungwon había mencionado que le parecía que en el
fondo no deseaba quedarse con Jake. Y al presionarlo para que me lo
explicara, se había cerrado. No estaba enfadado conmigo, yo lo sabía, pero aquellos días de silencio, hasta que dejamos el asunto, me había sentido
muy solo.-Yo quiero siete caballeros de honor -dijo Hanbin-. O sea, en el caso de que Jake me escoja y pueda celebrar una gran boda.
-Pues yo no. No quiero caballeros de honor -apuntó Sunoo, por su parte-. No hacen más que distraer la atención. Y como la ceremonia va a ser televisada, quiero que todas las miradas se centren en mí.
Yo estaba que echaba humo. No teníamos muchas ocasiones de sentarnos a hablar con la reina Wendy, y ahí estaba Sunoo, comportándose como un niño
malcriado y arruinando el momento.-A mí me gustaría incorporar alguna de las tradiciones de mi cultura en mi boda -añadió Renjun, en voz baja-. Los chicos de Nueva Asia usan mucho el rojo en sus ceremonias, y el novio tiene que hacer regalos a los amigos del novio para darles las gracias por permitir que se case con él.
Hanbin reaccionó al momento:
-Cuenta conmigo para tu boda. ¡Me encantan los regalos!
-¡Y a mí también! -exclamó Jungwon.
-Mister Sunghoon, has estado muy callado todo el rato -intervino la reina-. ¿Cómo te gustaría que fuera tu boda?
Me ruboricé, porque aquello me tomó completamente por sorpresa.
Solo me había imaginado un tipo de boda, e iba a tener lugar en la Oficina
Provincial de Servicios de Carolina, tras rellenar una ingente cantidad de
agotador papeleo.-Bueno, una de las cosas que he pensado es que sea mi padre quien me entregue al novio. Ya saben, cuando te lleva del brazo y te pone la mano en la de tu futuro marido. Eso es lo único que he deseado siempre -confesé. Y por incómodo que resultara decirlo, era cierto.
-Pero eso lo hace todo el mundo -protestó Sunoo-. No es ni siquiera
original.Aquel comentario debería haberme molestado, pero me limité a encogerme de hombros.
-Quiero estar seguro de que mi padre está de acuerdo con mi decisión el día más importante de todos.
-Eso es muy bonito -observó Hyunjin, dando un sorbo al té y mirando por la ventana.
La reina Wendy soltó una risa desenfadada.
-Desde luego, yo también espero que esté de acuerdo. Él o quienquiera que sea el padre del elegido-rectificó, al darse cuenta de que podía parecer
que era yo quien estaba eligiendo a Jake, y no al revés.Me pregunté si lo pensaba de verdad, si su hijo le había hablado de lo nuestro.
Poco después pusimos fin a la charla sobre la boda y la reina se fue a
trabajar a su despacho. Sunoo se situó frente al gran televisor empotrado en la pared, y los otros comenzaron a jugar a las cartas.
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La Élite
FanfictionSunghoon todavía no está seguro de hacia dónde se inclina su corazón. Cuando está con Jake, se ve envuelto en un romance nuevo y que lo deja sin aliento, y ni siquiera puede imaginar estar con nadie más. Pero cuando ve a Heeseung en los alrededores...