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Isabela Gallagher

Al despertar parpadee varias veces y me froté un ojo con el dorso de la mano para después sentarme sobre las mesas y acomodarme el cabello que ya se estaba poniendo grasoso

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Al despertar parpadee varias veces y me froté un ojo con el dorso de la mano para después sentarme sobre las mesas y acomodarme el cabello que ya se estaba poniendo grasoso.


La mayoría (por no decir todos) ya estaban despiertos y caminando al rededor del salón, posiblemente desesperados por no poder salir y lo entendía, se sentía un gran ahogo con forme pasaban las horas.

—¿Dormiste? —Salté en mi lugar exaltada y me di la vuelta viendo a Jaeden frente a mí.

—Sí, logré dormir algo —aseguré bajando mis piernas de la mesa quedando de pie frente a él.

—¿Ya tienes una idea del por qué Finn  tiene esa actitud? —cuestionó y yo miré al suelo sin saber qué decir, ¿Por qué yo sabría algo de lo que pensaba Finn sobre eso?

—No, ¿Por qué tendría que saberlo? —cuestioné apretando los labios—. Digo, si está molesto yo no tengo porque saber la razón. ¿Y tú por qué crees que sea?

—Podría ser que tú le gustas, evadió la pregunta de Sadie y se molesto demasiado cuando hablaste con Noah — sugirió y solté una risa sarcástica para luego negar con la cabeza.

—No tiene sentido, me ha estado evitando desde ayer —hablé evitando que un nudo se formará en mi garganta.

—Bueno, tú saca tus propias conclusiones y toma, ya esta cargado —Me entregó mi celular y yo lo recibí para guardarlo en mi bolsillo.

Jaeden se alejó de mi para ir a hablar con Wyatt, sabía que ellos dos eran amigos, además de que Jaeden había sido devuelto a tercer año por no poder estar al tanto con los temas.

Mi vista se dirigió al chico de rizos negros que observaba por la ventana con expresión distante, parecía que estaba disociando ya que no prestaba atención a nada, ni siquiera se movía de su lugar. Tomé aire bajando de la mesa  acomodando mi falda acercándome a él con paso dudoso.

Al estar cerca aclaré la garganta haciéndolo parpadear varias veces para que luego pusiera su mirada sobre mí, ni siquiera sus ojos tenían expresión, no tenía ni la más mínima posibilidad de saber qué pasaba por su mente.

—Hola —saludé intentando que mi voz no temblara, para mi sorpresa lo logré.

—¿No estabas hablando con Noah? Por lo que vi ayer los interrumpí en una interesante charla —Apreté los labios notando la molestia en su voz, ¿Por qué seguía molesto?

—¿De qué hablas? ¿Enserio?

—Pues ayer cuando los interrumpí dejaron de hablar porque Noah se acercó a mí, supongo que arruiné su conversación —Se cruzó de brazos y yo tragué saliva por la frialdad de su voz y de su mirada.

Si Sobrevivimos // Finn Wolfhard [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora