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Isabela Gallagher // 3 meses después 

El tiempo que había pasado había sido tranquilo, nos parecía extraño al principio pero luego nos acostumbramos

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El tiempo que había pasado había sido tranquilo, nos parecía extraño al principio pero luego nos acostumbramos. 


Teníamos prohibido salir del área de cuarentena bajo cualquier circunstancia, así que técnicamente llevábamos viviendo aquí tres meses.

Las tres primeras semanas nos costaba a Finn y a mí ocultar nuestra situación ya que si lo descubrían, en pocas palabras, nos mataban. 

Lo difícil para nosotros era calmarnos cuando teníamos hambre porque no teníamos forma alguna de probar sangre. Hasta que nos dimos cuenta que nos podíamos calmar bebiendo sangre con un pequeño pinchazo en el dedo.

También habíamos tenido algunas dificultades en ocultar nuestra condición de Nick. Ya que él trabajaba, por así decirlo, en la zona de cuarentena. Se encargaba de que todo mantuviera su orden y de la seguridad de todos, así que si llegaba a descubrir lo que nos pasaba iba a delatarnos con sus superiores.

—Ya es hora de ir a cenar, ¿Vienes? —me preguntó Chloe y me di la vuelta en la cama para mirarla.

Algo bueno es que para nuestra suerte las cinco estábamos viviendo en la misma cabaña lo que nos había vuelto aún más unidas.

—No tengo mucha hambre hoy, gracias Chloe —respondí sonriendo.

Ella asintió y luego salió dejándome completamente sola en la cabaña así que miré el techo llevando una mano a mi abdomen.

Otra ventaja de estar en este lugar era que teníamos acceso a Internet, a todos nos habían dado celulares nuevos y yo había intentado comunicarme con mis padres incontables veces, pero siempre terminaba en buzón. 

Saqué mi celular de abajo de la almohada y observé la pantalla, terminé por desbloquearla.

Entré la aplicación de teléfono y marqué el número de mi mamá, el tono sonó unas tres veces y luego me envió a buzón, suspiré pesadamente por eso. 

—Hola mamá, es Isabela. Ya ha pasado mucho tiempo y aún no he logrado hablar con ustedes, si tienes tiempo solo llámame —Dejé el mensaje y volví a apagar el celular frustrada. 

Bajé de la litera y me observé en el espejo acomodando mi cabello que se había desordenado. La mordida de mi mano era casi invisible ahora aunque aún se notaba un poco la marca de los dientes de Finn. Millie y Sadie me ayudaban maquillando la mordida para que no se notara. 

Durante estos meses me había sentido mejor, más que antes. Hace poco me había quitado el tinte del cabello y me lo había cortado en capas hasta un poco abajo de los hombros, y en cuanto a mi físico había subido algo de peso porque resulta que tanto tiempo sin comer tratando de sobrevivir nos había dejado a todos a nada de estar desnutridos.

Si Sobrevivimos // Finn Wolfhard [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora