Protect me | Oc X Ellie

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Había estado evitando por tanto ir a casa de mi papá, sentía como si fuera a romperme nada más dando unos pasos, pero había llegado el día que tenía que hacerlo.

Ina me estaba acompañando, me sentía culpable, ya que ella tenía otras responsabilidades, además de cuidar a su deprimida hermana.

Toda la entrada estaba repleta de flores y algunas cartas que le habían dejando, no tenía ni la menor idea de que hacer con todos los regalos, pero era un problema que resolvería la Lex del futuro. En cuanto di unos pasos en el pórtico pude ver la viva imagen de mi padre sentado mientras tocaba su guitarra, aparte rápidamente la mirada para no desplomarme ahí mismo.

Cuando Ina abrió la puerta distintas emociones llegaron a mi; desde confusión al no escuchar a mi padre recibiendonos, hasta ese dolor en mi pecho que me regresaba a la realidad.

Todo había pasado en segundos que para mí se sintieron minutos, incluso llegué a marearme, no podía entender el como Ina estaba tan tranquila llendo de un lado al otro como si nada pasara, incluso llegaba a enojarme que no demostrará lo que sentía, como si no le importará.

Decidir que queríamos hacer con la casa había sido un dolor de cabeza, no necesitábamos vivir aquí, teníamos nuestra propia casa pero... ¿Todas las cosas de papá? ¿Que íbamos a hacer con ellas? Donar muchas de sus cosas fue la única solución que vimos útil, nuestra casa tenía un cuarto extra que no ocupabamos además del ático, así que podríamos guardar algunas cosas.

— ¿Con que empezamos? *dije mientras me ponía a un lado de Ina*

— ¿Que tal que yo comienzo aquí abajo y tú arriba?

— Ajá

Me encamine a las escaleras pero antes de subir regrese mi mirada a Ina, pero ella estaba de cuclillas abrazándose a si misma.

Me quedé como una estatua mientras la veía como lloraba. Estaba siendo muy dura con ella, había olvidado que a ella también le dolía, regrese en mis pasos y la abrace, ella pareció sorprenderse pero no rechazo mi abrazo por el contrario me atrajo más a su cuerpo.

— Perdón *dije después de unos minutos de silencio*

— ¿Porque dices eso? * pregunto asomando su hinchada mirada*

— Por no estar ahí para ti y hacerte cargar con más de lo que debías *dije bajando la mirada*

— No digas eso, tu también estás pasándola mal, solo duele sabes... Duele mucho *dijo tristemente*

— Lo se, lo sé *no pude evitarlo y llore mientras acariciaba su cabeza*

Cuando cada una regreso a su tarea pendiente la casa se sumergió en un silencio incómodo, la incomodidad era tal qué sentía como me estaba dando un ataque de ansiedad, tratando de buscar una fuente de distracción recordé que papá hace tiempo había arreglado un toca disco, comencé a buscarlo por su habitación pero no había nada.

— ¡Ina! ¡¿Sabes dónde está el tocadiscos de papá?! *pregunté asomándome en el barandal*

— ¡Creo que en su estudio!

— ¡Okey, gracias!

Cómo había dicho mi hermana este estaba en su estudio, una sonrisa se formó en mi rostro al ver las hermosas figuras de madera que tallaba mi padre, siempre le dió un poco de vergüenza admitirlo pero era algo que se le daba natural, busque por la habitación la caja que tenía todos los discos y elegí uno al azar para escuchar música.